Opinión | Nueva sociedad, nueva política

Vidas ejemplares (XIX): José Blanco López

José Blanco.

José Blanco. / El Periódico

Estamos ante un ejemplo paradigmático de cómo evolucionó la política durante los años ochenta y noventa en España. Afiliado al PSOE desde los 16, Secretario General de Juventudes en Galicia, presidente del Consejo de la Juventud autonómico, miembro de la ejecutiva regional y Secretario General de los socialistas lucenses, en 1989 empieza a vivir de la política: senador por Lugo. Ya había abandonado la carrera de Derecho. Pepe Blanco, Pepiño o Blanquito para los allegados, define la especie política más dañina para nuestra democracia: el político-de-la-cuna-a-la-tumba que no ha hecho otra cosa en su vida. 

A su escaño de senador le sucedió el de diputado desde 1996, donde permanecería la friolera de dieciocho años. De ahí al Parlamento Europeo hasta 2019. Fue el número dos con más poder del PSOE desde Alfonso Guerra, Secretario de Organización (2000-2008) y Vicesecretario General (2008-2012) con Zapatero. Llegó a ser Ministro de Fomento (2009-2011) y Portavoz del Gobierno (julio a diciembre, 2011). Pepiño ganó, como mínimo, tres millones de euros durante su carrera política, unos 10.000€ al mes. Su caso también sirve para explicar que muchos que no tenían donde caerse muertos antes de la política, son millonarios después de ella. 

Muñidor de la victoria de Zapatero como Secretario General del PSOE (22/07/2000), para eso necesitó mucha gente. Por ejemplo, los «balbases», una de las «familias» socialistas de Madrid, liderada por José Luis Balbás, de la que salieron los diputados del «tamayazo» (30/06/2003). 

En 2008 se compró una casa en la Isla de Arosa: «Villa PSOE» (no fue el único vecino socialista). Blanquito se instaló en un ático de 150 metros cuadrados y casi 400.000€. La construcción provino de una recalificación urbanística (2004), que la Xunta intentó paralizar. Fue autorizada por la Audiencia Nacional (julio 2007) gracias a un informe del secretario del ayuntamiento socialista que permitiría construir a veinte metros de la línea de playa, donde la Ley de Costas solo autorizaba a cien. Siendo Pepiño Ministro de Fomento, se planificó una carretera que llevaría directamente a su casa sin pasar por el núcleo urbano. Hubo manifestaciones, acampadas y hasta denuncias por coacciones ante el Tribunal Supremo. En 2012 se supo que uno de los directivos de la constructora (Residencial Illa de Arousa), Javier Carrera, había sido adjudicatario durante el mandato ministerial de Blanquito de contratos por valor de casi sesenta millones de euros. Villa PSOE se puso en venta pero no resultaba fácil encontrar compradores por temor a un futuro derribo. 

El 24/05/2011 fueron detenidas quince personas en la «Operación Campeón», contra una trama de subvenciones ilegales para empresas gallegas. El principal implicado, Jorge Dorribo, empresario farmacéutico, dijo que Pepiño cobró 400.000€ a cambio de mediar, algo que él negó, aunque sí reconoció haberse reunido en una gasolinera de Guitiriz con Dorribo «por una cuestión privada». El 03/11/2011 llegó el caso al Supremo, investigado Pepiño por tráfico de influencias, y el 18/07/2013 fue archivado.

"Fue la bisagra entre dos PSOE, el de González-Almunia-Rubalcaba y el de Sánchez, pasando por Zapatero"

Blanquito adquiere actualidad porque es, desde el 30/06/2020, consejero «independiente» de Enagás, empresa que gestiona la red gasística española. A 160.000€ al año (480.000€ asegurados hasta 2023), es también ejemplo de la corrupción moral de las puertas giratorias. 

Pepiño es fundador y propietario de Acento Public Affairs, consultora a la que perteneció hasta hace meses Antonio Hernando (director adjunto del gabinete de Pedro Sánchez); también están Elena Valenciano o Alfonso Alonso, ex líder del PP vasco y actual presidente de Acento. La empresa se ofreció al IBEX como «lobby» y facturó, en su segundo año de vida, más de dos millones de euros. 

Es imprescindible recordar que Pepiño fue la bisagra entre dos PSOE, el de González-Almunia-Rubalcaba y el de Sánchez, pasando por Zapatero. Fue bajo su calor como creció Sánchez, encargado de la fontanería durante al menos un lustro, aunque él despache este periodo en su «Manual de resistencia» (2019), con un «había aprendido muchísimo» de él (pág. 54). El todopoderoso Blanquito se puede considerar, pues, verdadero gozne socialista entre dos formas de vivir la política: para ella o de ella.

*Licenciado en CC de la Información