Cien años de la coronación

Virgen de la Montaña y Fátima: dos devociones profundamente marianas, unidas por primera vez en Cáceres

El Periódico Extremadura sigue adelante con la serie de reportajes sobre los distintos lugares a los que acudirá la patrona en septiembre y octubre.

La patrona de Cáceres compartirá altar con la Virgen de Fátima, una talla que dirigió y bendijo el mismo Pío XII. Será un encuentro histórico de tres jornadas en el mayor templo de Cáceres, el cuarto que visitará la Virgen de la Montaña en su peregrinación por la ciudad.

Imagen del templo de Fátima durante una eucaristía.

Imagen del templo de Fátima durante una eucaristía. / JORGE VALIENTE

«Vamos a prepararle el mejor lugar del templo». Diego Zambrano, párroco de Fátima y Vicario General de Coria-Cáceres, afirma que los vecinos de esta zona (unos 12.000 habitantes del centro y zonas periféricas de amplio desarrollo) están «muy ilusionados» con la llegada de la Virgen de la Montaña, porque será la primera vez que visite su iglesia. «La patrona de Cáceres, en casa de la Virgen de Fátima», subraya. Dos devociones muy profundas que permanecerán bajo el mismo techo, en el mismo altar, los días 18, 19 y 20 de septiembre, con motivo del Centenario de la Coronación de la Virgen de la Montaña. Será la cuarta parroquia en su peregrinaje por la ciudad.

Fátima constituye un templo especial, y ello por varias razones. Se trata del mayor de la capital cacereña, con capacidad para más de 400 feligreses, pero además ofrece hasta tres misas diarias y cuatro los domingos, y en todas se llenan sus amplias bancadas. Su advocación, la Virgen de Fátima, genera un fervor singular por tener su origen en las apariciones marianas de Cova da Iria, en la vecina Portugal. Y precisamente entre Portugal y España se gestó la singular historia de la imagen de Fátima que llegó a este templo, una historia interesante poco conocida en Cáceres.

Guiada y bendecida por Pío XII

Cuenta Diego Zambrano, rescatando del archivo parroquial el escrito que dejó en 1952 el sacerdote José Reveriego, que años antes toda esta zona pertenecía a la parroquia de San Juan, pero quedaba lejos del centro y de los colegios. Por ello, el párroco Julián Macías arrendó un local en la calle Plata de Osma para instalar una capilla-escuela en Peña Aguda. Pronto se quedó pequeña y tuvo que ampliarse con una parcela cedida por el Obispado. Los vecinos pusieron mucho empeño y consiguieron levantar una capilla a la que llamaron de Fátima. Solo faltaba la imagen, pero el dinero no abundaba. De ahí la gran noticia cuando una ciudadana, Teresa Serradell, se ofreció a regalar la talla en agradecimiento por una vivencia personal

Puso, eso sí, la condición de que fuera de madera de buena calidad y con «expresión especial», para que los cacereños le tuvieran mucha devoción, relata Diego Zambrano siguiendo el escrito de José Reveriego. Se pensó que lo mejor sería encargarla en Lisboa, una tarea encomendada al padre Fariñas, de origen luso, por entonces en la Preciosa Sangre. Ya en Lisboa le recomendaron un escultor, que le respondió: «No sé quién es la Virgen de Fátima ni la he visto en mi vida». Pero tenía un viaje previsto a Roma y mucha amistad con el Pío XII, de modo que se comprometió a consultarlo, según relató el padre Fariñas.

Plano de Situación.

Plano de Situación. / EL PERIÓDICO

Ya en el Vaticano, el Pontífice le habló de la Virgen de Fátima: «Yo te ayudaré, quédate con el encargo y empieza la obra». Fue así como el propio Papa dirigió la labor de talla en madera de cedro del Líbano. Cuando la vio terminada le dijo: «no cabe más, que vaya para España», y la bendijo

El escultor la embaló desde Portugal, pero el envío fue detenido tanto en la frontera lusa como en la española, con lo que hubo que hablar con ambos ministerios. El español ordenó finalmente que se le pusiera un tren especial y que fuese custodiada por la policía.

Así, el 17 de marzo de 1952 llegó la Virgen de Fátima a la capilla de Peña Aguda, donde se celebró una misa solemne oficiada por el ya párroco José Reveriego. En mayo se realizó la primera novena y procesión, actos que cumplen en 2027 su 75 aniversario, que se celebrará con júbilo. En 2025 también cumplirá medio siglo el gran templo actual, que se levantó por sufragio vecinal.

La Virgen de la Montaña peregrinará por tanto a una parroquia que nació y que se fortalece a diario de la devoción mariana. Una comunidad «muy viva y dinámica» que organizará distintos actos durante la estancia de la patrona, pendientes de perfilar. Allí trabajan los grupos de carismáticos, las comunidades neocatecumenales, Cáritas con sus voluntarios (atienden a más de 200 familias), la joven Cofradía de Jesús Despojado («que se esfuerza muchísimo y ha organizado buenas iniciativas de gran acogida», afirma el párroco), un taller de costura también coordinado por Cáritas con alta participación, amplios grupos de catequesis y Confirmación…

Todos tienen ya marcada la fecha del 17 de septiembre en el calendario. La patrona saldrá a las 20.00 horas de las Josefinas y será llevada en procesión por las calles Padre Eladio Mozas, Antonio Floriano Cumbreño, Lima, Plata de Osma, Argentina y Sanguino Michel, para llegar a Fátima ya de noche. El 20 de septiembre partirá a las 20.00 horas, también en procesión, hasta el templo del Vivero. 

Suscríbete para seguir leyendo