Opinión | A vista de Baluarte

Tormenta del verano

Guillermo Fernández Vara, en una imagen de archivo.

Guillermo Fernández Vara, en una imagen de archivo. / EL PERIÓDICO

El mes de julio es un momento idóneo para hacer valoraciones tras un periodo de trabajo intenso. Desde el punto de vista político, Extremadura cierra un año caracterizado por la inseguridad empresarial, la precariedad laboral y los privilegios fiscales para los que más tienen. Lo que no era previsible era la imponente tormenta veraniega generada esta semana por el gobierno PP y Vox. Un nuevo conflicto cuyo origen es la intolerancia y el desprecio a los derechos humanos de los socios de María Guardiola.

El miércoles se reunió en Tenerife la Comisión Sectorial de Infancia y Adolescencia con el objeto de solventar la situación de la acogida a los menores migrantes no acompañados. La mayoría de comunidades autónomas apoyaron la acogida voluntaria de estos menores en pro de la cooperación y la solidaridad interterritorial. Lamentablemente, no se aprobó la reforma de la Ley de Extranjería que contempla la obligatoriedad de la distribución de los menores con el voto en contra del PP extremeño.

Esta decisión ha enfurecido a Vox que ha anunciado la ruptura de sus gobiernos de coalición utilizando un peligroso discurso xenófobo que vincula la acogida con el terrorismo y la inseguridad ciudadana. Un falso estigma que solo busca sembrar odio y deshumanizar a estas personas.

Los extremeños y las extremeñas son una vez más víctimas de la inestabilidad generada por el acuerdo de las derechas que perdieron las elecciones. Platón sentenció que «allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia». Extremadura siempre ha sido una región solidaria y resiliente.

Una tierra de generaciones que vivieron en primera persona la sangría de la emigración y que durante los últimos años ha generado la base de un cambio de dinámica. Una región que atraería esfuerzo y talento con una reindustrialización cimentada en la energía limpia y sostenible. Esta misma semana el presidente del gobierno, Pedro Sánchez, ha asistido a la colocación de la primera piedra de la gigafactoría de Envision en Navalmoral de la Mata, acallando a los agoreros del PP que descalificaron este proyecto del ejecutivo de Guillermo Fernández Vara. Un ejemplo de política útil que confronta con la inestabilidad que genera un gobierno mediatizado por la discordia.

Las prioridades son claras, mientras el PSOE apostó por la constancia y el acuerdo para atraer proyectos industriales y generar empleo, ofreciendo desarrollo y futuro, el PP contempla la inmediata detonación de su gobierno. La peor noticia para una tierra que necesita certezas. Trabajen duro, en silencio y dejen que éxito haga todo el ruido.

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