Infraestructura ferroviaria

Greenpeace reclama la conexión por tren directo entre Madrid y Lisboa

Un estudio de la organización ecologista señala que entre ambas capitales viajaron en avión más de 1,8 millones de personas en 2023 y califica de «sorprendente» la ausencia de ruta directa, suspendida en 2020. Actualmente la ruta más corta dura casi nueve horas y requiere dos transbordos: en Badajoz y Entroncamento

Un activista de Greenpeace muestra una pancarta reivindicativa al paso de un avión.

Un activista de Greenpeace muestra una pancarta reivindicativa al paso de un avión. / EUROPA PRESS

Una nueva voz, esta vez la de la organización ecologista Greenpeace, se suma a la demanda de que haya una conexión directa por tren entre Madrid y Lisboa, cuyo trazado más corto y directo pasa inevitablemente por Extremadura

Estas son las dos ciudades más importantes de la Península que todavía carecen de una ruta directa por tren y una de las conexiones que más se echa en falta en España, según destaca la organización en un estudio en el que han analizado casi mil conexiones de la red ferroviaria internacional entre 45 grandes ciudades europeas y la conclusión es clara: solo el 12% tienen viajes directos en tren frente al 69% por avión. «Moverse en tren entre las grandes ciudades europeas es una odisea. Y es sorprendente que no existan trenes directos entre Madrid y Lisboa, separadas por poco más de 600 kilómetros, o Madrid-París a pesar de ser de las rutas aéreas más transitadas de Europa», señala el estudio de Greenpeace. 

El documento detalla, en concreto, que fueron más de 1,85 millones de personas las que hicieron la ruta Madrid-Lisboa a través de sus aeropuertos durante el año 2023. Entre Madrid y París hubo más de 2,5 millones de pasajeros de avión el año pasado. Y ahí está la clave de su reivindicación, ya que la organización ecologista denuncia que la conexión por avión es «mucho más contaminante e injusta» que el servicio ferroviario. 

El estudio no especifica en qué tipo de tren se realiza el trayecto, pero sí reclama un impulso a este tipo de transporte frente el aéreo en plena emergencia climática y con rutas directas por las ventajas que ofrecen: mayor comodidad, fiabilidad y, a menudo, tarifas más bajas «lo que anima a la gente a utilizar el tren en lugar de apostar por otras alternativas más contaminantes como el coche o el avión», señalan. 

Actualmente la conexión entre Madrid y Lisboa tiene una duración de casi nueve horas (8 horas y 48 minutos, en concreto) y es necesario hacer dos transbordos en Badajoz y Entroncamento. Si la conexión fuera totalmente directa entre ambas capitales ibéricas con la línea actual se restaría una hora al viaje completo, pasando a tener una duración de 7 horas y 40 minutos, según el estudio de la organización ecologista. El trayecto se reduciría más de la mitad si la línea completa fuera de alta velocidad, algo que no ocurrirá antes de 2030 según las previsiones más optimistas.

Cuatro años sin el Lusitania

Más allá de la situación dentro de Europa, Greenpeace también denuncia la desaparición en España de los trenes nocturnos que conectaban algunas de las principales ciudades del país y que quedaron suspendidos en 2020 tras declararse la pandemia de covid. Es lo que ocurrió con el tren Lusitania, que unía de manera directa Madrid y Lisboa a través de Cáceres y Valencia de Alcántara (hasta el 2012, luego la conexión se realizaba por Salamanca), pero que lleva ya cuatro años sin restablecerse. 

Así las cosas, la organización denuncia el abuso del avión frente a las limitaciones del servicio ferroviario, cuya situación actual sería fácil de revertir, insisten. «Greenpeace ha demostrado que, con la infraestructura ya existente y una inversión adecuada, podríamos triplicar las conexiones ferroviarias directas con Europa. Hay que derribar las trabas del ferrocarril transfronterizo para que el tren sea competitivo frente al avión».

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