Contra de sexta

El papel de tu vida

Rosa María Garzón Íñigo

Todos tenemos uno que despunta por encima del resto, de todos los que, a lo largo de nuestra vida, elegimos o debemos representar y no son pocos, aunque algunos son mucho más fáciles que otros.

Pasamos por el de niños, que algunos nunca lo abandonamos, tanto para bien como para mal; hijos siempre, a veces padres, sin saber bien lo que eso significa; el que nuestra profesión o trabajo exija y, por supuesto, el que las relaciones demanden en cada momento, pero sobre todo, cada uno de los diferentes que podemos ser con cada persona o, incluso la misma, quien, según las circunstancias, puede llegar a conocer el que mejor representa quiénes auténticamente somos, con todo lo bueno y no tan bueno, pero también el más impostado y lejos de nuestra verdadera esencia, condicionado por agentes externos fuera de nuestro control y lo suficientemente fuertes como para olvidarnos y perdernos a nosotros mismos, nuestros seres queridos o a quienes nos aman como saben, aunque no sea como deseamos, lo que no significa que no sea con toda el alma.

Esta semana una productora anunciaba la búsqueda de figurantes residentes en la provincia cacereña, para rodaje de importante serie de ficción en la zona de Hervás, donde llevará a cabo la selección, así como en Plasencia.

He tenido el privilegio de serlo en series internacionales y largometrajes, alguno premiado con Goya y doy gracias por haber sido elegida para vivir esta increíble experiencia que todos deberíamos de probar al menos una vez en la vida, para conocer de primera mano qué se cuece detrás de la pantalla y sentir lo verdaderamente importante: el valor de las relaciones humanas que nacen y sus especiales vínculos, fruto de permanecer juntos largas jornadas de día y noche, con frío y calor, vestidos, maquillados y peinados acorde a la época en la que se desarrolla la historia, viviendo situaciones que, fácilmente, acarrean sangre, sudor y lágrimas, pero sobre todo, muchas risas e inolvidables momentos.

Quizá tengamos libertad para elegir el nuestro y cómo representarlo o, quizá solo lo hagamos como sabemos, pero seguro nos conoceremos mejor a nosotros mismos.