Texto íntegro

Esta es la carta del obispo de Plasencia tras el robo de la corona de la Virgen del Puerto: "Duele en el alma"

Cabe destacar que la pieza data de 1952, es de oro puro y estaba expuesta en el museo catedralicio

Esta es la carta íntegra del obispo de Plasencia tras el robo en la catedra: "Duele en el alma"

Esta es la carta íntegra del obispo de Plasencia tras el robo en la catedra: "Duele en el alma" / Toni Gudiel

"Duele en el alma. No solo han robado, entre otras piezas, una joya preciada y preciosa, de incalculable valor, sino un pedacito, no pequeño, del corazón de lo placentinos. Dos coronas robadas, la de la Ntra. Sra. del Puerto y la del Niño, forjadas gracias al cariño y la devoción de nuestros mayores, ricos y pobres. Dos coronas robadas, testigos de muchas lágrimas, oraciones, súplicas… recuerdo y memoria tierna y agradecida de nuestros antepasados, de nuestros mayores", así arranca el obispo de Plasencia, Ernesto Brotóns, la carta que ha enviado a los medios tras conocer el robo de la corona de la Virgen del Puerto de la catedral de la capital del Jerte.

Cabe destacar que la pieza data de 1952, es de oro puro y estaba expuesta en el museo catedralicio. La Policía Nacional continúa la investigación para identificar a los ladrones.

Texto completo

Duele en el alma. No solo han robado, entre otras piezas, una joya preciada y preciosa, de incalculable valor, sino un pedacito, no pequeño, del corazón de lo placentinos. Dos coronas robadas, la de la Ntra. Sra. del Puerto y la del Niño, forjadas gracias al cariño y la devoción de nuestros mayores, ricos y pobres. Dos coronas robadas, testigos de muchas lágrimas, oraciones, súplicas… recuerdo y memoria tierna y agradecida de nuestros antepasados, de nuestros mayores.

Aun siendo consciente de que suena ingenuo, y quizá lo sea, ruego a quien nos ha arrebatado este tesoro que recapacite y lo retorne. Me uno a la invitación del Cabildo a orar por la pronta recuperación de los bienes robados, también con una plena confianza en la acción policial. Estamos a plena disposición de la investigación en curso.

Ruegoa nuestra Madre, en esta tarde del Domingo de Ramos, que acepte nuestro dolor y nuestra oración en desagravio por este hecho. Haciendo suyo nuestro disgusto y dolor, y, sin que ello suponga negar un ápice de la importancia de lo sucedido, Ella nos dice hoy con amor de Madre: «vosotros sois mi corona». Lo habéis sido desde siempre y lo sois. La robada nos representa, representa a nuestros mayores, y por eso nos duele. Mas, no lo olvidemos nunca, la más preciada corona para Nuestra Señora del Puerto somos nosotros, sus hijos, y el mayor regalo que podemos seguir ofreciéndole no es otro que nuestro cariño, nuestra fe, nuestra vida entregada por los demás, una vida en fraternidad. Y Ella, por más que nos hayan arrebatado su corona, siempre será nuestra Madre y nuestra Reina.

Placentinos, en el Puerto y en nuestros corazones, fijó su trono. A Ella no dejamos de encomendarnos.

+Ernesto

Obispo de Plasencia