La Virgen del Puerto de Plasencia vuelve a la catedral

Dolores se prometió a sí misma que haría todo el recorrido con la Virgen del Puerto de Plasencia y lo hizo. Miembro de tres cofradías, de 65 años y con un andador, este sábado ha caminado las seis horas que ha tardado la patrona en llegar desde su santuario del Puerto hasta la catedral.

Más de 500 personas bajarán a la Virgen del Puerto de Plasencia hasta la catedral

Hacía 14 años que no se producía un traslado similar. Esta vez, el motivo han sido los 300 años de la construcción de su santuario y han sido cientos los placentinos que han querido acompañar a la Virgen y que se han ido sumando a lo largo del camino.

Los más fieles y los que iban a cargar con ella en alguno de los tramos de la carretera del Puerto subieron a la ermita antes de las tres, hora en la que salió, con mucha puntualidad.

La cofradía de la patrona la vistió de pastora, con sombrero de paja, el mismo que llevaba su hijo, y manto azul con bordados dorados. Sus miembros la sacaron del santuario y la introdujeron en la catedral, pasadas las nueve de la noche.

Repiques de campanas, vivas, vítores y cantos se han repetido en distintos puntos del recorrido. También ha sido variado el acompañamiento musical, con tamborileros, el grupo Las Italianas, de Garganta la Olla, el placentino Chispa, las tunas y la tuna-rondalla y la Agrupación Musical Sagrada Cena.

Hubo paradas ante los dos accesos del hospital, el colegio Santísima Trinidad, la universidad y la rotonda de las víctimas del terrorismo, donde se incorporó la corporación municipal y el alcalde, Fernando Pizarro, colocó a la Virgen el bastón de mando municipal. También acudió la presidenta de la asamblea regional, Blanca Martín.

Solo en una ocasión fue necesario tapar la imagen con un plástico porque comenzó a llover, pero duró poco y el resto del recorrido lo hizo descubierta.

El momento más emocionante se vivió sin duda en la plaza Mayor, con nuevos vivas y el canto del himno y la intervención del rector del santuario, donde los Siervos de María custodian a la Virgen, el alcalde y el obispo, Ernesto Brotóns, para terminar con el lanzamiento de confeti.

Con más de una hora de retraso sobre lo previsto, llegó a la catedral, que se llenó para acompañar a la Virgen en la primera de las misas que tendrán lugar la próxima semana. El sábado 28, volverá de nuevo a su casa.

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