ESTE VIERNES, A LAS 20.30 HORAS, EN EL ALKÁZAR

Los 50 del placentino Chema Trujillo, en su 'Escala de Milán'

El actor presenta este viernes su nueva obra unipersonal, ‘L’, con la que quiere sorprender

Chema Trujillo, de Plasencia, ante el teatro Alkázar, en el que actúa este viernes.

Chema Trujillo, de Plasencia, ante el teatro Alkázar, en el que actúa este viernes. / TONI GUDIEL

Raquel Rodríguez Muñoz

Raquel Rodríguez Muñoz

El placentino Chema Trujillo vuelve este viernes al teatro Alkázar, a su Escala de Milán, como él dice, «el único escenario en el que me pongo nervioso», para representar su cuarta obra «unipersonal», es decir, escrita, dirigida y protagonizada únicamente por él. La ha titulado L, por sus 50 años y por los conductores noveles. La representará a las 20.30 horas.

Trujillo explica que surgió de darse cuenta de la cantidad de destrezas que tiene como actor y, sin embargo, «para la vida soy un inútil, cómo he llegado a los 50 sin que me atropelle un coche», se pregunta.

Explica que se sacó el carné de conducir con 20 años, pero no ha conducido «nunca». En la obra, la analogía de su vida la traslada a «un heredero al trono, que sabe con qué cubiertos se comen las nécoras y, sin embargo, no conducir».

Trujillo estrenó L el día de su 50 cumpleaños, el 23 de febrero, en el teatro Arimaktore, en Barakaldo y la ha llevado a Madrid, ahora a Plasencia y seguirá por Cáceres, de nuevo Madrid y Bilbao, donde residen.

Este placentino divertido y que dice lo que piensa en todo momento asegura que tuvo claro que quería ser actor cuando a los 4 años se subió con su amigo Luismi a un escenario del colegio Ramón y Cajal en una Semana de Extremadura en la Escuela. Les tocaba cantar y recuerda que prácticamente se apoderó del micrófono. Después de los aplausos, «lo tuve claro. Yo era el niño al que subían a la mesa para cantar en Navidad».

A su madre le decían que «el niño iba a ser artista» y ella se reía y sonreía, hasta que pasaron los años y «ya empezó a ser preocupante», dice entre risas.

En Plasencia, participó en galas benéficas y en ese Jesucristo Superstar mítico, donde compartió escenario con Paco Arrojo y Kirby Navarro e interpretó a Simón Celote. Su gran debut fue nada menos que en el teatro romano de Mérida, en el año 1995, con la obra El marco incomparable y recuerda que fue «el único amateur» al que cogió la compañía tras una selección abierta.

Después, se marchó a Gijón a estudiar Arte Dramático y terminó con trabajo, en la obra Julio César y con el director extremeño Manuel Canseco.

El placentino ha hecho televisión y cine

Trujillo ha aparecido en programas de televisión como Show Match o Nada Personal, con Nuria Roca y Llum Barrera; en series como El auténtico Rodrigo Leal; en películas como El Hoyo y ha sido coach de actores como Toni Cantó, Fiorella Faltoyano y Carlos Olalla.

Acaba de rodar otra serie, Detective Turé y de grabar con la directora de cine Arancha Echevarría (Carmen y Lola) y el placentino Santiago Requejo, del que afirma que no da por buena una escena «hasta que no ha salido lo que él estaba buscando».

A los 35, ante la falta de trabajo, decidió «autodármelo» y escribir su primera obra unipersonal. Ahora, escribe una cada cinco años mientras continúa su periplo por una profesión «difícil», con vetos por físico y edad, en la que "nunca me han ofrecido algo por sexo" (dice ofendido) y «no he sabido hacerlo mejor».