Opinión | Textamentos

La navaja de Ockham

Gracias a un viaje en el tiempo, un tal Carlos se ha trasplantado desde el Quito de 1920 hasta el de nuestros días. En el Área 51, base militar ubicada en el estado de Nevada, el ejército de Estados Unidos esconde ovnis y extraterrestres vivos.

La navaja de Ockham

La navaja de Ockham

Otro hombre asegura mantener contactos con seres de la quinta dimensión en un cubo gigantesco de la Antártida… Por no hablar de Bill Gates, quien en sus ratos libres lidera una élite global con la misión de despoblar el planeta.

Este es un pequeño catálogo de algunas de las teorías en las que muchas personas creen a pies juntillas amparadas en el lema «es necesario tener la mente abierta». Ahora bien, que un tipo de veinte años dispare desde un tejado al presidente Donald Trump cuando está dando un mitin en Pensilvania les resulta a todas luces inverosímil, hasta el punto de que para ellos el atentado solo pudo ser organizado por el propio Trump. Quizá les resulta inverosímil que alguien con tantos enemigos como Trump sufra el atentado de un lobo solitario precisamente porque las paparruchas antes enunciadas les resultan veraces. Hemos llegado a un punto en que muchos abominan de cualquier suceso que venga verificado por los estamentos médicos, institucionales o mediáticos, o por la propia razón. Si algo tiene todas las trazas de ser real, es que no lo es, y viceversa. Ni siquiera ver en una pantalla cómo Trump recibe el disparo en la oreja (unos centímetros más a la derecha y hubiera muerto) es digno de crédito.

Del «No lo creeré hasta que mis ojos los vean» hemos pasado al «Si mis ojos lo ven, es mentira».

Del «No lo creeré hasta que mis ojos los vean» hemos pasado al «Si mis ojos lo ven, es mentira».

La modernidad ha enterrado a la célebre navaja de Ockham, ese postulado que nos acompañaba desde el siglo XIV y según el cual «en igualdad de condiciones, la explicación más simple suele ser la más probable». Pero, claro, hoy día solo un triste abrazaría la explicación más simple pudiendo convertir la ficción más absurda en una realidad incuestionable.n

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