Opinión

Extraordinarios o excepcionales

La mayoría madura con los años y, si tienen talento, lo utilizan y aprovechan para mejorar el mundo

ERIC CLAPTON

ERIC CLAPTON

Cream fue uno de los primeros supergrupos de rock, estuvo activo entre 1966 y 1968. Estaba formado por tres tipos que ya vení an con carrera anterior. Eric Clapton tocaba la guitarra y Jack Bruce el bajo, ambos era la voz en las canciones, acompan ados por la baterí a de Ginger Baker. Siempre tuvieron fama de conflictivos. El proyecto duró poco, devorado por los egos de unos y otros. En los dos años que estuvieron juntos tocaron mucho y vendieron más de quince millones de copias. Clapton declaró que «creativamente éramos un torbellino, tres músicos excepcionales improvisando, retándonos y compitiendo por ver quién llegaba más lejos». Después de grabar cuatro álbumes se separaron. Todos siguieron con sus carreras, Clapton coqueteando con el blues, Ginger y Jack con el jazz. En 2005 se vuelven a juntar para una serie de conciertos en el Royal Albert Hall y en el Madison Square Garden. Hay quí mica, se les ve disfrutar. Han dejado de ser excepcionales, ahora son simplemente tres músicos extraordinarios.

Algo excepcional es algo que se aparta de lo ordinario, un músico excepcional es un músico diferente al resto. En cambio, algo extraordinario es un añadido a lo ordinario, un músico extraordinario es un músico por encima de la media.

La mayoría madura con los años y, si tienen talento, lo utilizan y aprovechan para mejorar el mundo, pasan de excepcionales a extraordinarios. Un paso natural para los talentosos, un paso imposible para los «diferentes incomprendidos», carentes de talento

Los genios se consideran excepcionales, diferentes al resto; pero algo diferente no es necesariamente bueno. Ese talento, cierto, como en el caso de Cream, o infundado, como el de tantos genios incomprendidos que van por la vida como si les debiera algo, hace la convivencia con los excepcionales insoportable. Su genialidad, real o infundada, los convierte en seres caprichosos, incomprendidos, malditos … y si no son capaces de morirse antes de los treinta años, en unos pelmazos.

La mayoría madura con los años y, si tienen talento, lo utilizan y aprovechan para mejorar el mundo, pasan de excepcionales a extraordinarios. Un paso natural para los talentosos, un paso imposible para los «diferentes incomprendidos», carentes de talento. Los extraordinarios son capaces de dominar sus caprichos y su ego para poner su talento al servicio de un proyecto común. Los tres miembros de los Cream podrían haber seguido con su narcisismo recreándose en su excepcionalidad y ,si hubieran tenido la suerte de morirse con menos de treinta, estarí an junto con Janis Joplin, Jim Morrison, Kurt Cobain o tantos otros; pero no, afortunadamente siguieron vivos y aparecen con frecuencia en las listas de mejor baterí a, mejor guitarrista y mejor bajista de la historia. Ginger Baker ha influido a muchos percusionistas posteriores, el crítico Bruce Eder declaró, «prácticamente todos los baterías de todas las bandas de heavy metal han tratado de emularle». Eric Clapton fue elegido por la revista Rolling Stone como el segundo mejor guitarrista de la historia. Geezer Butler es el bajista de Black Sabbath y admite sin tapujos que imita a Brice «en su forma de tocar con los dedos y copiar el riff». Me marcho, estoy viendo a lo lejos a un conocido excepcional y me da bastante pereza.

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