Las radiaciones ionizantes sirven de gran gran ayuda para el diagnóstico y tratamiento de los pacientes, aunque su aplicación en exceso debe controlarse. Un ejemplo de ello son las exploraciones de TAC, ya que, un TAC de cráneo expone al paciente a la misma radiación que 250 radiografías simples de tórax, y un TAC de abdomen equivale a unas 500 radiografías simples.

En ocasiones la sanidad realiza pruebas radiológicas de forma indiscriminada, algo que sucede también en el campo pediátrico y a lo que quiere poner fin el Servicio Extremeño de Salud (SES). Para ello ha creado una tarjeta pediátrica que servirá para controlar las radiaciones a las que se somete a los menores de 14 años en las consultas médicas y que contabilizará las exploraciones radiológicas y su fecha de realización.

La tarjeta, denominada CRIE (Control Radiológico Infantil en Extremadura), fue presentada ayer en Mérida por el consejero de Sanidad y Consumo, Guillermo Fernández Vara, y los padres podrán disponer de ella a partir del 1 de marzo. Podrá solicitarse en maternidades, centros de salud, consultas de Pediatría o servicios de radiodiagnóstico y deberá llevarse siempre junto a la tarjeta sanitaria del niño, según informa Europa Press.

Con ello se eliminará el uso indiscriminado de las radiaciones ionizantes en pediatría y se racionalizará su utilización, ya que este tipo de sistemas, indican los profesionales, utilizados en exceso, pueden provocar algunos trastornos degenerativos y determinados tipos de cáncer.

En este sentido, uno de los objetivos del Plan de Salud de Extremadura 2005-2008 es procurar una mejora en el campo de la oncología infantil.

Bajo la denominación de cáncer infantil se agrupan los tumores que se diagnostican en niños y adolescentes por debajo de los 15 años de edad y están cobrando mayor relevancia cada día. En la comunidad extremeña, según los últimos datos, la tasa de mortalidad por tumores en niños de entre 5 y 14 años es de 3,27 por cada 100.000 habitantes.