Un equipo de 63 arqueólogos para buscar los tesoros de Mérida

Un horno de campanas, unas termas romanas que se escondían a los pies de Santa Eulalia, restos de viviendas y calzadas, mosaicos... Son algunos de los hallazgos más recientes en el casco urbano de Mérida, que cuenta con un equipo de 63 arqueólogos para buscar y encontrar los tesoros ocultos de la vieja Augusta Emérita. "Es una de las ciudades del mundo que cuenta con un mayor número de arqueólogos por metro cuadrado", afirma el Ayuntamiento de Mérida, que resalta que estos datos dan cuenta de la importancia del yacimiento arqueológico emeritense para la ciencia.

En una nota de prensa recogida por Europa Press, el consistorio explica que los profesionales de la arqueología y técnicos especialistas en la materia son muy numerosos en la capital extremeña, "tanto por las continuas excavaciones que se realizan en la ciudad como por los proyectos arqueológicos que desde Mérida se coordinan en diversos rincones de Extremadura".

Fascinante hallazgo en Mérida: Las excavaciones en Santa Eulalia desvelan un horno de campanas

Se trata por tanto de "una ciudad de arqueólogos" que se reparten entre las cinco instituciones que trabajan en Mérida, como son la Junta de Extremadura, el Museo Nacional de Arte Romano (MNAR), el Instituto de Arqueología de Mérida (IAM), la Escuela Profesional Barraeca del ayuntamiento y el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida, y que desarrollan proyectos de arqueología desde Mérida pero, también para múltiples puntos de la región.

En concreto, en el Consorcio de la Ciudad Monumental de Mérida hay 13 arqueólogos más un historiador; en el Instituto de Arqueología de Mérida hay nueve investigadores, cuatro postdoctorales, cuatro predoctorales y cinco técnicos, mientras que en el Museo Nacional de Arte Romano hay seis conservadores, tres ayudantes y tres auxiliares.

Por su parte, en la Junta de Extremadura actualmente hay 14 arqueólogos, y en la Escuela Profesional Barraeca trabaja otro más. En total, entre las cinco instituciones que trabajan en Mérida hay 63 arqueólogos, a los que hay que sumar los profesionales de las empresas privadas que, según proyectos determinados, también trabajan en la ciudad, lo que hace de la capital extremeña "una de las localidades del mundo que cuenta con mayor número de arqueólogos por metro cuadrado".

Los últimos hallazgos

Uno de los últimos hallazgos de los arqueólogos se ha producido esta misma semana: un antiguo horno de campanas en el entorno de la basílica de Santa Eulalia, justo al lado del convento de las Freylas. Las primeras hipótesis del Consorcio indican que el horno habría servido para dar forma como mínimo a dos de las campanas que hay en la basílica y para derretir otras tantas. Debido a su ubicación, lo atribuyen a un horno de fundición de metales, que tuvo su principal actividad a lo largo de la Guerra Civil española y el Franquismo.

Las obras de reforma integral de este céntrico espacio han dejado a cielo descubierto un nuevo hallazgo arqueológico significativo para avanzar en el entendimiento histórico de Emérita Augusta: unas termas. Todo apunta a que se trata de unos baños públicos del siglo II en el que se puede observar perfectamente un mosaico con peces y sus elementos se encuentran en muy buen estado, también justo al lado del convento de las Freylas.

Y en otro enclave significativo, en las obras de excavación arqueológica que se están realizando en el solar del antiguo convento de las Concepcionistas de Mérida, la ciudad se vuelve a dar la mano con su pasado. Los trabajos han permitido descubrir dos calles romanas, un cardo y un decumanus menores, además de la parte de un patio, con la presencia de un estanque, y de una casa, según los resultados de la primera inspección realizada por el Consorcio emeritense. 

Durante el proceso de excavación se está documentando lo encontrado, dentro de los conocimientos previos que se tienen de esta zona, que estaría fuera de los límites del llamado foro provincial, al que se accedería por el conocido como Arco de Trajano. Además de los mencionados hallazgos, se ha constatado una edificación de época tardoantigua, cuya funcionalidad de momento se desconoce, algunos enterramientos tardoantiguos vinculados a algún edificio de época visigoda, que se situaría en el entorno de la plaza de la Constitución, y una importante ocupación doméstica de época medieval islámica. 

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