Palomas por todos sitios (ventanas, tejados, aceras, zonas ajardinadas...). En Las Sindicales, en Mérida, «las palomas no son símbolo de paz, son un verdadero quebradero de cabeza», señalan a El Periódico Extremadura los vecinos. Son una molestia porque anidan en los edificios y «lo llenan todo de porquería, de insalubridad y de ruido», destacan los residentes emeritenses.
El vecindario eleva la queja por una «cada vez más amplia plaga de palomas en el barrio. Llenándolo todo de suciedad y, quién sabe, poniendo en peligro la salud de las personas. De todo el mundo es sabido que este tipo de aves son transmisoras de muchas enfermedades, por lo que vivir junto a una gigantesca colonia como vivimos nosotros nos pone en riesgo». Por las mañanas y a la hora de la siesta sobre todo, según denuncian los vecinos, el ruido es «insoportable». Cuentan igualmente que las palomas no paran de zurear y no les dejan dormir. O la suciedad que dejan, pues «bastantes de nuestras ventanas, cornisas y terrazas están llenas de excrementos», manifiestan los afectados.
En algunas zonas de Las Sindicales el olor supera lo desagradable. «¿Qué imagen estamos dando de esta parte de Mérida? Parece que el consistorio está olvidándose de toda esta zona. Solo vienen a limpiar los excrementos de vez en cuando, pero esa no puede ser la solución», subrayan. Hace algunas semanas, una de las palomas intentó hacer un nido en la ventana de una habitación. Según explica otra residente a este diario.
También hay gente que alimenta a los animales, por lo que los vecinos instan al consistorio emeritense «a llevar a cabo las medidas necesarias y contundentes para atajar el problema de una vez, ya que no es la primera vez que denunciamos estos hechos».