Los usuarios del Centro de Salud Obispo Paulo (ubicado en la calle Vicente Aleixandre, en la Zona Sur de Mérida) han denunciado que «los dos ascensores que hay en el edificio llevan estropeados desde hace más de tres semanas». Esta importante deficiencia supone que «las personas con alguna limitación de su capacidad de movimiento tengan que realizar un esfuerzo innecesario para ir al médico, así como gente que usa silla de ruedas o que empujan carritos de bebés. Además del propio personal del ambulatorio a la hora de hacer sus tareas», han lamentado a este diario. Las quejas ciudadanas no se han hecho esperar, para exigir que se solucione con rapidez la citada carencia del consultorio.
El Periódico Extremadura ha intentado conocer la opinión del SES pero no obtuvo respuesta.