Adelanto electoral

Hollande, el "presidente normal" que podría salvar a la izquierda francesa

El expresidente francés ha decidido presentarse como candidato en su circunscripción como forma de apoyo al Nuevo Frente Popular que integran socialistas, La Francia Insumisa y ecologistas

El expresidente francés François Hollande.

El expresidente francés François Hollande. / EP

Leticia Fuentes

Esta es la historia de un presidente de Francia "demasiado normal", que todos esperaban con ganas, pero que acabaron casi odiando. Esta es la historia de François Hollande y su regreso a la primera línea de la política tras el adelanto de las elecciones legislativas. 

Ha resurgido cual ave Fénix. Cuando Hollande dejó el Palacio del Elíseo, sus índices de popularidad no estaban en su mejor momento. Años después, su bajo perfil y su estilo de "señor agradable y simpaticón" le han ayudado a posicionarse como una figura influyente en la política francesa. En su mejor momento y cuando su rival está en su peor momento, ha decidido presentarse como candidato socialista en la circunscripción de Corrèze. Las malas lenguas hablan de una vendetta contra Emmanuel Macron, que fue su ministro de Economía entre agosto de 2014 y agosto de 2016. Otros, simplemente de responsabilidad socialista en estos momentos de crisis política en el país. Hollande no ha olvidado ese mensaje de texto que recibió de su exministro de Economía en 2016: "Mañana anuncio mi candidatura". El presidente jamás respondió.

Su papel en estas elecciones es más indirecto, actuando como un veterano dentro del Partido Socialista (PS) y utilizando su experiencia para promover la unidad e intentar coser esa brecha entre las izquierdas. La presencia de Hollande no tiene otro objetivo más allá de consolidar una base de votantes que pueda competir contra la extrema derecha de Marine Le Pen. "Mi presencia reequilibra la izquierda", afirmó el expresidente, que insistió frente a los medios: "Tomo esta elección porque es toda mi vida, es mi compromiso, es lo que me hizo. Lo hago por el país, por la República y por Corrèze".

Aún es pronto para saber si la estrategia de la izquierda va a funcionar, aunque los últimos sondeos dan una ligera subida al Nuevo Frente Popular que integran socialistas, La Francia Insumisa, ecologistas y economistas, con un 29% de intención de voto, 5 puntos más que la semana pasada, acercándose a una estancada extrema derecha con un 33%-34%, según Ipsos.

Su popularidad no convence a todos

"Siempre voté por Hollande, pero esta vez no lo haré", afirma un vecino de Corrèze, donde ahora el expresidente se presenta como candidato a las legislativas. Las reformas económicas y laborales, la 'Ley Macron' de transporte de mercancías y viajeros o los ataques yihadistas que tuvieron lugar durante el mandato del socialista provocaron importantes protestas en el país que acabaron afectando a la reputación de Hollande, convirtiéndolo en uno de los presidentes más impopulares con un índice por debajo del 20%, menos que Macron, quien a pesar de haber perdido 6 puntos en las últimas semanas, cuenta con una aprobación del 26%. 

Pero ahora, quizás por esa etiqueta que se ha ganado de "presidente normal", François Hollande cuenta con un apoyo de un 30%-35% entre los franceses, y lo está aprovechando. Estos días, hace campaña en su departamento de Corrèze, donde fue elegido durante 20 años, y donde tiene importantes posibilidades de ganar. No sería la primera vez que un expresidente vuelve como diputado, ya lo hizo Valéry Giscard d'Estaing en 1984, aunque no en un Frente Popular con su archienemigo como líder, Jean-Luc Mélenchon

"Ayudará a equilibrar el Nuevo Frente Popular, en el que todos dicen que esta dominado por La Francia Insumisa", comentan cercanos a Hollande a los medios franceses.