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Leoncia celebra sus bodas de plata como estatua en la plaza de San Juan

Este homenaje a la última voceadora del diario forma parte del paisaje urbano de Cáceres

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Imagen 29437597534 b9798e807f h / EL PERIÓDICO

Redacción

Este próximo 2024 se cumple otra efeméride importante para El Periódico Extremadura. La estatua homenaje a Leoncia Gómez, última voceadora del diario, cumple 25 años como parte del paisaje urbano cacereño, concretamente en la plaza de San Juan, en el mismo lugar donde ella desarrollaba su trabajo.

Muchos son los turistas, visitantes e incluso vecinos de Cáceres que se hacen un selfi con Leoncia, que en su mano muestra un ejemplar del diario, el de su primera edición a color.

Leoncia Gómez, con los familiares del letrado Felipe Álvarez de Uribarri.

Leoncia Gómez, con los familiares del letrado Felipe Álvarez de Uribarri. / EL PERIÓDICO

Sea por su aire de abuela protectora o por su sonrisa perenne, Leoncia recibe el cariño de miles de personas, mientras rinde así homenaje a una profesión ya desaparecida, pero que en su época era muy importante. Ahora la llamaríamos influencer.

La estatua de Leoncia fue colocada en agosto de 1999 y es obra José Antonio Calderón, profesor de Escultura de la Escuela de Bellas Artes Eulogio Blasco de la Diputación de Cáceres. El encargo fue realizado por el director de El Periódico Extremadura Pepe Higuero, aunque fue colocada con Nieves Moreno al frente del rotativo. La estatua en bronce (hecha con la técnica de la cera perdida) tiene una réplica a la entrada del diario en resina epoxi. Fue posible realizarla gracias a que la madre de Victoria Caro, trabajadora del periódico y esposa de Paco Caro, trabajador de talleres proporcionó dos foros de Leoncia, una con 16 años y otra con 70, que permitieron un estudio anatómico.

Leoncia Gómez, con su marida Salvador Hernández Fernández.

Leoncia Gómez, con su marida Salvador Hernández Fernández. / EL PERIÓDICO

Su vida fue azarosa. Nació en Valencia de Alcántara en 1903 donde fue abandonada a las puertas de una iglesia. Siendo muy joven llegó a Cáceres a trabajar como asistenta en la casa del abogado Felipe Álvarez de Uribarri para el que sirvió durante medio siglo. Entonces el director Germán Sellers le propuso vocear al diario decano. Durante 1966 a 1975 desempeñó esta labor con una gran acogida entre los cacereños.

El amor lo conoció en la recta final de su vida. Se casó a los 74 con Salvador Hernández Fernández, de Oropesa, a quien conoció en la residencia de ancianos Cervantes. Precisamente padrino del enlace fue el abogado a quien sirvió durante medio siglo. La estatua de Leoncia -que ha sido en ocasiones el ataque de los vándalos- es una parte indisoluble de la ciudad de Cáceres.

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