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Irene Gallego: “A día de hoy el tatuaje está cogiendo mucha fuerza en todo tipo de público”

Tatuadora. Badajoz, 28 años

Irene Gallego

Irene Gallego / El Periódico

Luis Rollano

Tras acabar la etapa académica, sus padres le convencieron de que podía dedicarse al tatuaje de forma profesional. A partir de ahí, Irene Gallego Gómez (Badajoz, 1996) dedicó sus esfuerzos y recursos para conseguir un buen equipo y ponerse a practicar

¿En qué momento decide hacerse tatuadora?

Cuando terminamos la etapa obligatoria (la ESO) siempre nos toca decidir qué camino profesional, y entre varias dudas y opciones, mis padres me dieron la idea de dedicarme profesionalmente al tatuaje. Siempre me he dedicado al arte de manera autodidacta y el tatuaje me pareció entre otras cosas una disciplina artística a la cual los clientes le dan mucho más valor que otras, ya que es un complemento que siempre va con nosotros, acompañándonos, y se trabaja codo con codo entre el cliente y el artista. Estudié bachillerato y un ciclo formativo mientras iba trabajando y ahorrando. Con la ayuda de mis padres y esforzándome mucho, conseguí un buen equipo y me puse a practicar. La pandemia fué un buen tiempo muerto para mi que me dejó dedicar mi tiempo al 100% para practicar, donde noté una gran mejoría. En agosto de 2020, mis padres y yo alquilamos una oficina en el casco antiguo de Badajoz, la habilitamos para tatuar y desde entonces no he parado. Mi familia, mis amigos y el edificio VS22 me dieron gran visibilidad y me permitió crecer hasta el punto de que en 2021 pude alquilar un local comercial y tener mi propio negocio a pie de calle, se llama Tolo Tatúa.

¿Cuál considera su mejor tatuaje?

A día de hoy he hecho más de 2000 tatuajes, una cifra complicada para hacer una selección de unos pocos y elegir solo un tatuaje como el mejor, pero del que más orgullosa me siento, por la mezcla del trabajo realizado, las circunstancias, la compañía y el significado, es el tatuaje que realicé para mi amiga María, es una mesa, elemento que para ser tatuado, a la gente siempre le ha sorprendido cuando lo he contado. Pero donde el resto de personas ven a una chica con una mesa tatuada en el antebrazo, María ve un recuerdo familiar.

¿Cree que de un tiempo a esta parte se ha normalizado el ser una persona tatuada?

En mi familia siempre hemos sido muy abiertos con ese tema a pesar de que ninguno de nosotros tuviera tatuajes. Nunca hemos visto mal que alguien los llevase. Aún así, desde que me dedico a esto he hablado con bastantes clientes que me cuentan que antes no estaba bien visto hacerse tatuajes, ya que se consideraban de delincuentes o legionarios a los ojos de la sociedad. Aunque por lo que he podido apreciar desde 2010 hasta a día de hoy el tatuaje está cogiendo mucha fuerza en todo tipo de público.

¿Cuál es el tatuaje que más le piden?

Lo que más se suele tatuar la gente son nombres: de un familiar, de una mascota, de una pareja o un amigo, incluso de ellos mismos. Siempre se dice que un tatuaje debe tener un significado importante y no hay nada más importante que nuestros seres más cercanos. 

¿Cree que un tatuaje es una de las decisiones más meditadas que debe tomar una persona?

Es una decisión muy importante, ya que lo que nos hagamos nos va a acompañar toda nuestra vida, aunque ahora existen alternativas como eliminar el tatuaje con láser o realizar un tatuaje encima para taparlo

o disimularlo (lo que es llamado “Cover up”), pero tampoco nos debe quitar el sueño esa decisión, ya que si es algo que nos gusta y lo hacemos con el profesional correcto siempre estaremos orgullosos de nuestro nuevo tatuaje. Las ideas a las que se le dan muchas vueltas quizá nunca salgan. 

¿Qué consejos daría a alguien que está considerando hacerse su primer tatuaje?

En lo que a la preparación de la piel respecta, que tenga una buena alimentación, tome mucha agua, se aplique crema hidratante después de cada ducha y se proteja del sol como mínimo durante el mes previo a la realización del tatuaje, esto hará que el tatuaje se pueda trabajar mejor y sobre todo que sea menos doloroso. En lo que a la decisión del diseño y zona del cuerpo respecta, que dentro de todas las opciones se escoja la más sencilla para realizar, se eviten las zonas del cuerpo más dolorosas y no sean muy visibles como en manos, cara y cuello. Un factor muy importante es la comunicación entre el tatuador y el cliente, por lo que no hay que dudar en advertir de cualquier enfermedad, tratamiento médico que se esté tomando, problema cutáneo que de tenga, así como de la profesión que tenemos para saber si la imagen del cliente en ella se va a ver afectada por un tatuaje visible y sobretodo lo que queremos transmitir con nuestro nuevo tatuaje para que se pueda trabajar el diseño correcto.

¿Qué cree que es lo más complicado de su profesión?

En mi caso, lo más complicado es atender previamente a los clientes para que puedan tener su cita, ya que cada uno contacta por una vía distinta (mensaje de Whatsapp o instagram, llamada telefónica o de manera presencial) y tras atender a mis labores personales y a las de mi negocio, me cuesta sacar un hueco para responder a todos esos mensajes y llamadas, lo que puede llegar a generar demoras en mi trabajo. Al fin y al cabo es un trabajo cara al público, con lo que ello conlleva.

¿Cuáles son sus planes y ambiciones futuras en su negocio?

Por un lado me gustaría ampliar mi disponibilidad geográfica, es decir, poder llevar mis tatuajes a otras ciudades del mundo. Por otro lado, quiero plasmar mi arte en otros soportes y venderlos, llevarlos a exposiciones, es decir, poder ser una artista multidisciplinar. De momento mi objetivo más cercano es seguir rodeándome de otros artistas con los que nutrir nuestras ideas y realizar proyectos juntos.