Una nueva voz se une a la demanda del tren en Extremadura

Greenpeace urge electrificar la red ferroviaria convencional de la región

La organización ecologista señala que el coche contamina ocho veces más que el tren y reclama también la mejora de la línea Madrid-Lisboa: «Si el viaje dura menos de 4 horas no es necesario la OSP en los vuelos»

Un tren en ruta.

Un tren en ruta. / EFE

‘Faltan trenes, no vías’ es un lema habitual con el que la organización ecologista Greenpeace reclama la mejora de los servicios ferroviarios en España para hacer frente a alternativas de transporte mucho más contaminantes como el avión o el coche. Y aunque insisten en que hay que aprovechar las infraestructuras ferroviarias que ya existen, abogan por su electrificación para mejorar los servicios y conseguir «conexiones más útiles» para los ciudadanos especialmente en regiones extensas y con poblaciones tan dispersas como la extremeña. «Las vías están en Extremadura, lo que hay que hacer es aprovecharlas, que se rehabiliten, se construyan las que sean necesarias y se apueste por la electrificación con fuentes renovables, porque la contaminación de los trenes con diesel es mucho más alta, para fomentar el uso del tren convencional», señala Cristina Arjona, coordinadora de las campañas de movilidad de Greenpeace. 

Esta es una de las demandas de la organización ecologista, que también urge una conexión directa por tren entre Madrid y Lisboa, pasando por Extremadura, tras llevar a cabo un estudio de los enlace ferroviarios actuales en 45 ciudades europeas, entre las que llama especialmente la atención la ausencia de un servicio directo entre las dos capitales ibéricas. «Es inadmisible que no haya conexión directa con Portugal». El viaje entre Madrid y Lisboa lo realizan en avión (en menos de hora y media de duración) cada año casi dos millones de personas porque no hay alternativa ferroviaria. No hay tren directo y la única posibilidad de viajar en tren entre ambas capitales ahora conlleva casi nueve horas de viaje y dos transbordos, uno en Badajoz y otro en Entroncamento. El avión no tiene competencia real en este trazado que pasa por Extremadura, porque así lo dictamina laUnión Europea, a pesar de que hace décadas que comenzaron las obras para que el tren, en este caso un AVE, fuera una opción realista. Pero sigue sin serlo. 

Arjona aporta unos datos claves que están detrás de las demandas de los ecologistas de impulsar los servicios ferroviarios con conexiones directas y vías electrificadas. Señala que, a nivel general en España, el 30% de todas las emisiones de gases de efecto invernadero provienen del sector del transporte, y dentro de este las diferencias son muy notables: «Un tren electrificado, sea o no de alta velocidad, emite 14 gramos de CO2 (dióxido de carbono) por pasajero/kilómetro que recorra, mientras el coche emite 104 gramos, casi ocho veces más, y el avión, 285. Y el problema es que el transporte aéreo de no para de crecer», lamenta. 

Si se lograron los objetivos que persiguen, aumentar los servicios ferroviarios y su uso por parte de los ciudadanos, la coordinadora de Greenpeace considera que sería innecesario mantener servicios aéreos como el Badajoz-Madrid, que actualmente se mantiene con una subvención pública de casi seis millones anuales al ser declarado Obligación de Servicio Público (OSP). «Si hubiese buenos servicios de trenes, que estén bien conectados en tiempo y que sean económicos, esa OSP y esa línea de avión entre Madrid y Badajoz directamente podría suprimirse. Todos los trayectos que puedan realizarse en menos de cuatro horas en tren no deberían existir en avión», subraya. Asegura, de hecho, que vuelos como Madrid-Málaga o Madrid-Barcelona se están reduciendo porque existe una buen red de transporte de trenes de alta velocidad. 

Esas cuatro horas no se superarán cuando el AVE entre Madrid y Lisboa sea una realidad. La previsión es que el viaje entre las dos capitales suponga unas tres horas, pero eso no será realidad al menos hasta que las obras a ambos lados de las fronteras de Extremadura (hacia Portugal y hacia Castilla-La mancha) estén totalmente concluidas y la fecha que se maneja hoy día es 2034. «Ahora mismo ya hay opciones para poner una conexión directa entre Madrid y Lisboa y si esas opciones además pueden ir mejorando a lo largo de los años y extendiéndose a la red convencional, por supuesto que hay que apostar por ellas», insiste Arjona.

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