«Nuestro reto es aumentar la supervivencia de los pacientes con cáncer de hígado»

Hito en la Universidad de Extremadura. Por primera vez un biólogo ha sido becado por la Asociación Española Contra el Cáncer para investigar sobre el cáncer de hígado en un proyecto de 6 años y 8 millones de inversión

Francisco Javier González Rico, biólogo investigador de la Universidad de Extremadura

Francisco Javier González Rico, biólogo investigador de la Universidad de Extremadura / EL PERIÓDICO

Juan José Ventura

Juan José Ventura

Francisco Javier González Rico (Badajoz) es el primer biólogo e investigador de la Universidad de Extremadura becado por la Fundación Científica de la Asociación Española Contra el Cáncer. El ASPIRE AEEC es proyecto de seis años y 8 millones de euros para estudiar el carcinoma hepatomolecular. Con una larga trayectoria en este tipo de tumor, su objetivo es elevar el bajo nivel de supervivencia a 5 años hasta el 30% de los casos. 

¿Cuál es su rol específico dentro del proyecto «ASPIRE-AECC» sobre el cáncer de hígado?

El ASPIRE AECC es un proyecto multicéntrico en el que participan diferentes hospitales, centros de investigación y universidades. Nuestro grupo de investigación se centra en la biología molecular del cáncer, con lo cual nuestro papel es investigar sus mecanismos: cómo funciona el cáncer, por qué una célula cambia y pasa de tener un estadio normal a tumoral, cómo se puede revertir eso, qué proteínas están interviniendo…

¿Qué te motivó a unirte a esta investigación sobre el cáncer de hígado?

Concretamente, llevamos trabajando en cáncer de hígado varios años con el grupo de investigación. En los últimos años, gracias a la colaboración que hemos establecido con el Hospital Universitario de Badajoz, con el Servicio de Cirugía Hepatobiliar, estamos analizando muestras tumorales de pacientes con cáncer de hígado. A mí me contactó uno de los investigadores-coordinadores, el profesor Xosé Bustelo, del Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, porque estaban preparando un proyecto muy grande sobre cáncer de hígado. Hemos tenido la gran suerte de que el proyecto lo han concedido y financiado.

¿Cómo se está implementando la inmunoterapia en combinación con la cirugía en este estudio?

Es una de las partes más novedosas que tiene este estudio. La inmunoterapia no solo se va a aplicar en pacientes que han sufrido cirugía, sino también antes y después. Sería algo así como ‘entrenar’ a las células de tu cuerpo para que ellas mismas sean capaces de detectar células cancerígenas y el propio sistema inmune el que las elimine. La radioterapia y la quimioterapia que se han probado han demostrado que no son casi nada efectivas. El único tratamiento efectivo es la propia cirugía o el trasplante en el caso de que esté disponible, que no siempre es así. Aunque un cirujano quite el tumor, siempre quedan células sueltas dentro del hígado, que con las técnicas que tenemos en los hospitales no se pueden detectar. Estos pacientes suelen recidivar. Los tumores aparecen al cabo de los dos años. Con la inmunoterapia trataremos de que esas células que se van a quedar por el cuerpo, sea el propio sistema inmune el que las detecte y destruya. 

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrentan los pacientes con carcinoma hepatocelular?

La supervivencia es muy baja a cinco años. Solo un 12%. Es uno de los tumores con mayor mortalidad. A pesar de tener menor incidencia en la población que el cáncer de mama o de pulmón, es uno de los tumores que causa mayor mortalidad.

¿Qué impacto espera que tenga este proyecto en la supervivencia de los pacientes con cáncer de hígado?

El reto es ambicioso. Queremos doblar la supervivencia hasta llegar a un 30% de los pacientes. Este proyecto dos cosas buenas. La primera que la financiación es muy generosa con respecto a otros proyectos similares. La segunda es el tiempo: el proyecto se va a desarrollar durante seis años. La mayoría de proyectos de este tipo duran tres años. En España se suele ser muy cortoplacista con el tema de la investigación. 

 ¿Podría explicar cómo se definirán y utilizarán los marcadores para predecir la respuesta al tratamiento?

La parte que nos toca a este equipo de investigación es la búsqueda de marcadores moleculares del cáncer. De los pacientes de se van a reclutar para el ensayo clínico tenemos que ver cuáles son los que van a responder mejor a la inmunoterapia. Por otra parte, de los pacientes que no sean efectivos a la inmunoterapia vamos a buscar marcadores alternativos para ellos. 

¿Qué papel juega la red de investigadores distribuidos en 20 provincias en el éxito del proyecto?

Esto es lo más importante que tiene este proyecto. Somos una red de 40 investigadores (básicos, clínicos, hepatólogos, oncólogos, cirujanos, etcétera…) Al final tendremos constituida una red de colaboración para que incluso cuando este proyecto termine, esté establecida y podamos seguir colaborando. Han querido poner mucho énfasis en el talento joven y emergente, porque dentro del consorcio hay un programa de tutorización para entrar dentro de la red investigadora.

¿Qué avances en la investigación del cáncer consideras más prometedores actualmente?

Sobre todo dos. Uno de ellos es la inmunoterapia, las vacunas en cáncer. Sería maravilloso que podamos entrenar a nuestro sistema inmune para detectar las células cancerígenas y las eliminase. Otro son las terapias dirigidas con edición genética. Poder modificar un gen específico es una herramienta muy potente. Podemos detectar un oncogén y modificarlo para llevarlo a un estado completamente sano. Ya hay estudios prometedores en cultivos celulares.