Cerrar la CNA dejará «a oscuras» a Extremadura, avisa la Cámara de Cáceres

La Cámara de Comercio de Cáceres volvió a alertar hoy de las graves consecuencias que tendrá, a su juicio, el cierre de la Central Nuclear de Almaraz (CNA) para el desarrollo socioeconómico de la provincia cacereña. De esta instalación dependen, incidió, hasta 2.900 empleos entre directos e indirectos.

Esta entidad consideró que el desmantelamiento de esta instalación, programado a partir de 2027, «supondrá el declive económico de la comarca del Campo Arañuelo y un profundo varapalo para la población del norte de Extremadura». La CNA, se esgrimió, es un «motor económico de primer orden de la zona y una de las principales herramientas que fija la población en el territorio cacereño».

La Cámara de Comercio cacereña resaltó que, de acuerdo a los datos contenidos en un estudio sobre el impacto socioeconómico que tendrá prescindir de esta instalación, se prevé que los ayuntamientos más cercanos a la central (los doce de la denominada zona 1) pierdan un 60% en sus ingresos anuales, que proceden de aportaciones tributarias de la central o de las asignaciones de la Empresa Nacional de Residuos Radioactivos (Enresa).

Igualmente, añadió a través de una nota, se pronostica que se produzca «un descenso del 36% de la población activa, datos alarmantes que obligan de forma imperativa a que las instituciones aborden con urgencia este asunto para evitar desempleo, incertidumbre y subdesarrollo en la provincia».

Este cierre, defendió, va a dejar «a oscuras en términos socioeconómicos a Extremadura», por lo que solicitó la ampliación de la vida útil de la planta, más todavía «cuando la energía nuclear es considerada como energía verde en la Unión Europea y esencial tanto para frenar el coste de la electricidad como para luchar contra el cambio climático». En este sentido, recordó que en los dos reactores de esta nuclear se genera un 7% de la producción eléctrica nacional.