El futuro de la planta cacereña

Mercedes Morán, sobre la central de Almaraz: "Se pretende sentenciar a la nuclear extremeña"

La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible anuncia que la decisión de Enresa es un nuevo «atropello del Ejecutivo central a la región»

Imagen de una parte de la Central Nuclear de Almaraz.

Imagen de una parte de la Central Nuclear de Almaraz. / Toni Gudiel

Almudena Villar Novillo

Almudena Villar Novillo

Extremadura se despertó ayer con la noticia del arranque de la maquinaria para la clausura de la Central Nuclear de Almaraz justo unas horas después de que la presidenta de la Junta, María Guardiola, anunciara, en su primer debate sobre el estado de la región, que no consentiría el cierre programado de la Central Nuclear de Almaraz por considerarla una medida «injusta y ofensiva» que dejaría sin trabajo a 3.000 personas en la comunidad que produce la mayor parte de la energía que se consume en España

De hecho, la decisión de Enresa ha sorprendido en la región, a pesar de que se aplica lo dispuesto en el séptimo Plan General de Residuos Radiactivos (PGRR), que establece que el inicio de las labores previas al desmantelamiento se realizarán entre tres y cinco años antes del cese definitivo de la actividad en la central nuclear (en el caso de la extremeña 2027 y 2028).

Por ello, ahora se procede al «desarrollo del diseño del desmantelamiento y la preparación de la documentación reglamentaria para la futura solicitud de autorización de desmantelamiento de Almaraz, para lo cual precisa de los servicios de ingeniería anunciados en la plataforma de licitación del estado. Se espera que los servicios estén contratados en los primeros meses de 2025», según aclaran desde la empresa pública presidida por el extremeño y exconsejero de la Junta José Luis Navarro. Asimismo, Enresa resalta que trabaja desde hace varios meses, en coordinación con los propietarios de la planta extremeña, en la recopilación de los detalles para diseñar el plan, ya que se trata de primer proyecto en España de desactivación de dos reactores nucleares ubicados en el mismo emplazamiento.

En este sentido, y desde la Central Nuclear de Almaraz, se considera que la medida de Enresa forma parte de lo decidido y firmado en 2019 para el cese de la actividad de la nuclear cacereña (y del resto de España), que se trata del primer escenario y se recalca que, a pesar del revuelo, el cierre no será inminente. No obstante, también se insiste que en la instalación se trabaja con dos escenarios: el de la prolongación de la vida útil y el del cierre. Y, en este contexto, Almaraz ha creado el departamento de transición de activos porque «nosotros, como central, tenemos que prepararnos para cualquier de las dos situaciones».

Atropello de Sánchez

Sin embargo, para la Junta de Extremadura este primer paso significa un nuevo atropello a la región por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. «Con esta licitación, lo que se pretende es sentenciar a la Central Nuclear de Almaraz, insistir en su cierre dando la espalda a las necesidades de los ciudadanos y arrasando nuestra región», alega la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Sostenible, Mercedes Morán.

No obstante, evitar este cierre se ha convertido en uno de los principales desafíos del gobierno de María Guardiola y Morán insiste en que «no nos vamos a apartar del reto que fijó ayer [por el lunes en el debate sobre el estado de la región] de la presidenta y es evitar el cierre. Vamos a seguir luchando por la continuidad de la vida útil de nuestra central nuclear por muchas razones que ya hemos expuesto en múltiples ocasiones». Y esos motivos se centran, sobre todo, en la generación de empleo, de riqueza, que contribuye a la lucha contra la despoblación y por la soberanía energética de España. 

«Por todo ello, vamos a seguir trabajando sin descanso porque no renunciamos a la central», remarca la consejera, quien defiende la viabilidad de la planta y su capacidad de seguir funcionando «durante mucho tiempo, tal y como comprobamos en la visita que hicimos a las instalaciones».

Lo que sí se tiene claro desde la Junta es que la nuclear extremeña «es un activo tanto para Extremadura como para España. No entendemos muy bien al responsable, que fue consejero de la Junta, José Luis Navarro, pero tampoco a la ministra Teresa Ribera, que en Europa defiende las nucleares y en España las cierra sin ningún criterio técnico. Y, aquí en Extremadura, los socialistas unas veces dicen una cosa y otras la contraria. Nosotros vamos a trabajar para construir esta región».

En este combate contra el desmantelamiento, la Junta no se plantea más que una circunstancia: la moratoria para la Central Nuclear de Almaraz y, Morán acentúa, no se aprecia el cese de la actividad. «No contemplamos ninguna alternativa porque es muy importante para la región y para España que mantenga la soberanía energética». Por ello, la consejera apostilla que trabajarán con los propietarios de la planta, pero también con los habitantes de la zona de influencia de la nuclear porque «son los afectados principalmente, todos indirectamente, pero ellos directamente. Tenemos que seguir viviendo y que se nos escuche en todos los lugares de toma de decisión y, desde luego, vamos a seguir dando la tabarra, por así decirlo, para que se nos oiga».