La Extremadura que enamoró a Carmen Sevilla

La historia ya se ha contado. Patuel, empresario cinematográfico, era propietario en Herrera del Duque (Badajoz) de una productiva explotación agrícola y ganadera. Carmen Sevilla, enamorada hasta las trancas del apuesto galán, dedicado a esta finca extremeña en la que invirtió su patrimonio, lo dejó todo para vivir con él en los valles de Consolación. 

La felicidad de la entrañable artista en este vergel de La Siberia extremeña se truncaba de cuajo en el año 2000, fecha en la que su marido fallece repentinamente en la finca. “Felisín, que se ha muerto don Vicente”, fueron las palabras que Carmen Sevilla pronunció desolada al otro lado del teléfono a su chofer y hombre de confianza, Félix Romero, abuelo de la también artista Celia Romero. 

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Desde entonces ya nada sería igual para la entrañable actriz y presentadora, que custodió el legado de Patuel tres años más hasta que se desprendió de la propiedad (la vendió en 2003 por seis millones de euros) y se instaló definitivamente en su vivienda de Madrid, donde residió antes de que la cruel enfermedad del Alzheimer terminara retirándola de la vida pública a una residencia asistida en la que recibió todos los cuidados hasta su muerte a los 92 años.

Dos décadas después de aquello, El Periódico Extremadura recorre los valles de Consolación, donde está situada la finca de sus nombradas "ovejitas", 'Los Valles'. Sus actuales dueños desean mantener el anonimato y han declinado hacer declaraciones a este diario, pese a las numerosas propuestas recibidas de medios y televisiones nacionales para enseñar la famosa propiedad.

La finca 'Los Valles', con 727 hectáreas, está enclavada en una zona de alto valor ecológico, en plena Reserva de la Biosfera de La Siberia. Se localiza en el paraje de los valles de Consolación, denominado así por la virgen que da nombre a la ermita, y está a unos nueve kilómetros de Herrera del Duque en coche.

Para acceder al terreno, al suroeste de la localidad, hay que seguir un camino asfaltado que parte de la avenida de Consolación y lleva al santuario, que está en el propio valle. Al pasar el puerto, se toma un desvío a la izquierda que presenta un tramo asfaltado y, a continuación, hay que continuar por una pista de tierra que termina en la puerta de la propiedad, una cancela de hierro de dos hojas con las letras CV grabadas y el nombre de la finca, 'Los Valles'.

La ganadería de Patuel contaba con unas 2.000 ovejas y en la explotación estuvieron empleados vecinos del pueblo, primero en la construcción de la casa y las naves, y, después, en las propias tareas agrícolas y ganaderas.

El feliz matrimonio también paseó su amor por la localidad, donde Carmen Sevilla tiene una calle junto a la Plaza de Toros. La famosa Marisquería Pozoba, un establecimiento situado en el Paseo de Las Palmeras, era el bar de referencia de la pareja, que entabló buenas relaciones tanto con los propietarios del local, donde comían con frecuencia, como con el personal.

Quienes les trataron recuerdan a la artista como una persona "sencilla que no se daba importancia". Precisamente, la espontaneidad y naturalidad de la artista encandilaron a varias generaciones desde la televisión.

La luz de Carmen Sevilla, una de las estrellas del firmamento artístico español se apagaba el 27 de junio de 2023 después de varios años luchando contra una dura enfermedad que la despojó de sus recuerdos. Su funeral se celebró, por deseo de su hijo, en la más estricta intimidad y el mundo de la cultura no pudo despedirse de una de sus grandes musas.