Uno de cada seis automóviles no pasa la inspección

La tasa de rechazo en la ITV llega a doblarse entre estaciones de Extremadura

Una técnica revisa un vehículo desde el foso durante una inspección.

Una técnica revisa un vehículo desde el foso durante una inspección. / El Periódico

E. B.

Con un parque automovilístico que no deja de envejecer, pasar la ITV se ha convertido en una obligación que cada vez tienen que repetir con más frecuencia la mayor parte de los propietarios de automóviles en Extremadura. Se trata de un trámite con el que la Dirección General de Tráfico busca asegurarse de que todos los vehículos en circulación cumplen con las condiciones técnicas básicas que se exigen en España para poder seguir recorriendo calles y carreteras, algo que no se pudo verificar en una de cada seis inspecciones que se efectuaron en la región el año pasado.

En total, fueron 783.904 los controles que se desarrollaron en la treintena de estaciones extremeñas, sumando públicas y privadas; móviles y fijas. De ellos, 125.625 se saldaron con un suspenso (16%), de acuerdo a los datos aportados por la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, que no desagregan entre primeras, segundas y sucesivas inspecciones.

Las estaciones con más actividad durante el año pasado fueron las de Almendralejo (54.963 inspecciones); Don Benito (54.298); y Cáceres (48.199)

La mayor parte de ellas, 537.526, fueron de turismos, con una proporción de suspensos algo menor (80.227, un 14,9%). Fueron un 7,8% más que en 2022, un alza a la que posiblemente contribuyó el incremento de la edad media de los turismos y todoterrenos, que va acortando los plazos entre inspecciones obligatorias. El porcentaje de no aprobados también fue ligeramente superior al del ejercicio precedente.

La actividad entre las distintas estaciones extremeñas fue muy dispar. Entre las convencionales, las que tuvieron un mayor movimiento fueron las de Almendralejo (54.963 inspecciones); Don Benito (54.298); Cáceres (48.199); Jerez de los Caballeros (45.007); Olivenza (43.223); Jaraíz de la Vera (38.888); Azuaga (36.880); Villanueva de la Serena (34.437); y Mérida (33.421). Y las que menos, las de Herrera del Duque (11.980); Moraleja (14.609); y Montehermoso (14.810).

Entre las unidades móviles para vehículos ligeros (MUL), la que más inspecciones efectuó fue la de Cáceres (32.992), por encima de las de Badajoz (28.908) y Villafranca de los Barros (24.611), las tres privadas. Y en las unidades móviles de ciclomotores y agrícolas, a la cabeza aparece la de Don Benito, con algo más de cinco mil. 

Siete de cada diez turismos y todoterrenos extremeños sobrepasan ya la década de vida, según un estudio dado a conocer recientemente con datos del año pasado. Para todos ellos cumplir con la ITV es una exigencia anual. El promedio se acerca a los 16 años.

Los vehículos de autoescuela deben pasar por una de estas estaciones con mayor periodicidad que uno convencional (en turismos, a partir dos años, es anual, desde los cinco años, cada seis meses). Lo normal es que lo hagan «sin problemas, porque nuestros coches están muy cuidados», indica Pedro Paredes, presidente de la Asociación Regional de Autoescuelas Extremeñas, que sí que confirma que en las estaciones «cada vez te encuentras vehículos con más antigüedad». Una circunstancia que puede ayudar a explicar también el diferencial entre el índice de aprobados que ofrecen las distintas instalaciones extremeñas, ya que el envejecimiento del parque «es mayor en algunas zonas rurales» mientras que «en otras, donde hay un nivel económico más potente», se renuevan en mayor medida los vehículos. Así, las dos estaciones que presentan un índice de no aptos más bajo en las inspecciones de turismos son las de Navalmoral de la Mata (9,6%) y Badajoz (11,25%), aunque Valencia de Alcántara y Logrosán también cuentan con cifras bastante bajas (11,64% y 12%, respectivamente). En el lado contrario, se sitúan Coria (20,2% de rechazo) y Jerez de los Caballeros o Trujillo, que rondan el 18%.

Los defectos graves más habituales son los detectados en ejes, ruedas, neumáticos y suspensión, por encima de los relativos a alumbrado y señalización

Los plazos para subsanar fallos que provocan el resultado desfavorable (diferente a tener la ITV negativa, que es cuando el vehículo presenta defectos calificados como ‘muy graves’ que lo inhabilitan para circular por vías públicas, incluso al taller, donde debe ir con grúa), los establecen las comunidades autónomas, que tienen transferidas estas competencias. En Extremadura se dan dos meses, en los que no hay que abonar una tasa adicional. Un vehículo con defectos graves queda, en cualquier caso, impedido para circular excepto para traslado al taller, reparación y vuelta a la misma estación ITV para nueva inspección.

Los defectos graves que provocan el rechazo de los vehículos más frecuentemente en la región son los detectados en ejes, ruedas, neumáticos y suspensión (en 82.889 ocasiones), superando a los de alumbrado y señalización (63.904); frenos (42.199); emisiones contaminantes (40.492); y dirección (22.085).

«En Extremadura, mucha gente se mueve a diario con turismos normales por el campo y todo el tema de transmisiones, suspensiones o dirección sufre muchísimo. Quizás nos damos cuenta de ello solo cuando vamos a pasar la ITV. No nos preocupamos de revisar esos elementos del vehículo, que son importantísimos a efectos de seguridad», precisa Paredes.

El acondicionamiento exterior, carrocería y chasis fue motivo de rechazo en 20.578 inspecciones en 2023; el motor y la transmisión en 15.040; el acondicionamiento interior en 8.403; y los problemas relacionados con la identificación del vehículo en 6.047.