Déficit de infraestructuras

Extremadura vuelve al sueño de las autovías autonómicas

La patronal extremeña ve "interesante" la propuesta de la Junta de recurrir a la colaboración público-privada para ejecutar las carreteras pendientes, pero reclama más concreción

Es la opción que se plantea para las conexiones Zafra-Jerez, Badajoz-Olivenza, Cáceres-Miajadas y el último tramo de la Ex-A1

La consejería insiste: será la Mesa Técnica de Expertos la que priorice y decida todas las actuaciones

Vista de la Ex-A1, una de las autovías pendientes de finalizar en Extremadura.

Vista de la Ex-A1, una de las autovías pendientes de finalizar en Extremadura. / TONI GUDIEL

Fue en febrero del año 2001 cuando el Consejo de Gobierno de la Junta de Extremadura, reunido en sesión extraordinaria en Cuacos de Yuste, aprobó la construcción de las que serían las primeras autovías autonómicas. Según defendió el entonces presidente Juan Carlos Rodríguez Ibarra, «no para comunicar pueblos, sino para tener más posibilidades de progreso y desarrollo». «Un acto de justicia hacia los extremeños y de venganza hacia los mapas donde solo aparecían cerros» que hoy, 23 años después, no se ha visto culminado.  

Extremadura es la única región que no tiene conectadas por autovía sus capitales de provincia

Fueron seis las vías proyectadas: la Ex-A1 de Navalmoral de la Mata primero a Plasencia y después a la frontera portuguesa, la Ex-A2 de Miajadas a Don Benito-Villanueva, la Ex-A3 de Zafra a Jerez de los Caballeros, la Ex-A4 de Cáceres a Badajoz, la Ex A-5 de Almendralejo al enlace de la A-5 en Solana de los Barros y la Ex-A6, de Badajoz a Olivenza. La construcción de las dos primeras se inició en el año 2003 y entre 2005 y 2006 se inauguraron los primeros tramos, pero la irrupción de la crisis económica en 2008 y las políticas de contención del gasto público en los años siguientes truncaron, una vez más, el sueño de una Extremadura vertebrada y bien comunicada. 

Solo el trazado de la Ex-A2 llegó a ejecutarse al completo: 24,1 kilómetros y una inversión total de 101 millones de euros para conectar Miajadas con Don Benito-Villanueva en apenas 20 minutos. Las obras comenzaron el 27 de febrero de 2003 y el propio Ibarra inauguró la vía el 19 de abril de 2006, 15 meses antes de lo previsto. «Ha sido el esfuerzo, la actividad económica de las gentes de estas comarcas la que ha traído la autovía, la que ha llamado a las administraciones para que hicieran posible un canal de desarrollo más importante que el que tenían», afirmó entonces. 

La Ex-A1 tiene aún pendiente de construcción el último tramo hasta Portugal y el resto, a excepción de la Cáceres-Badajoz que ha sido asumida por el Estado (será la futura A-58), siguen guardadas en el cajón a la espera de resolver su principal problema en el escenario actual: la financiación. 

Falta de financiación

En las últimas décadas estas carreteras se han financiado gracias a fondos europeos, en concreto los Feder de desarrollo regional, que para el programa operativo 2021-2027 ya no se pueden destinar a este fin. Asumirlas solo con fondos propios de la comunidad (recordemos que se trata de vías autonómicas) no es «técnicamente viable» debido a la envergadura de las inversiones y como la Junta de Extremadura tampoco se muestra «muy optimista» con una hipotética ayuda del Gobierno central, la propuesta de la Consejería de Infraestructuras, Transporte y Vivienda pasa por recurrir a la colaboración público-privada. 

Lo dijo el pasado abril el consejero de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Manuel Martín, en el pleno de la Asamblea, donde aseguró que esa posible privatización (el diseño, la construcción, el mantenimiento y la explotación de las vías correrían a cargo de una misma empresa) en ningún caso llevaría aparejado el pago de peajes para los extremeños. «Es un planteamiento con altura de miras», defendió Martín.

Para la Confederación Regional de Empresarios Extremeños (Creex), se trata de una propuesta «interesante» y no solo para las carreteras, también por ejemplo para otras infraestructuras que habrá que renovar en los próximos años como las depuradoras. «Todo lo que sea hacer infraestructuras y tener obras que puedan beneficiar a las empresas extremeñas nos parece estupendo», afirma su secretario general, Francisco Javier Peinado, que asegura que ya en la anterior legislatura se hizo a la Junta un planteamiento en este sentido para las obras hidráulicas.

En cuanto a las carreteras, Peinado reclama más concreción. «El mensaje de la Administración es un tanto genérico y no se concreta. ¿De qué estamos hablando? ¿Del modelo tradicional de concesiones para que luego esas infraestructuras tengan peaje y que lo exploten las empresas que lo ejecutan? ¿De pagos aplazados en distintas anualidades, obviamente con el devengo de intereses, para que sean las empresas las que lo vayan soportando?», se pregunta.

De momento, este modelo de colaboración-público privada es el que se baraja para las conexiones Zafra-Jerez de los Caballeros, Badajoz-Olivenza y Cáceres-Miajadas, así como el último tramo de la Ex-A1 hasta la frontera portuguesa. No obstante, fuentes de la consejería insisten: «la Mesa Técnica de Expertos deberá pronunciarse para priorizar las actuaciones en aquellas carreteras que se estimen oportunas para su transformación en autovía». 

Los proyectos pendientes

La finalización de la Ex-A1 está pendiente desde hace 18 años. Con una inversión de 135,5 millones de euros, fue bautizada como la Autovía del Norte de Extremadura por su carácter estratégico para la provincia cacereña. Inicialmente iba a conectar Navalmoral de la Mata con Plasencia, pero en la inauguración del último tramo, en 2006, se acordó su prolongación hasta la frontera portuguesa.

El PP rechaza los tres carriles para el tramo Zafra-Jerez: el proyecto vuelve a la casilla de salida

No fue hasta el año 2014 cuando entró en servicio, tras muchas dificultades, el tramo de Plasencia a Moraleja (los problemas detectados sobre el terreno cuando la obra ya estaba ejecutada al 96% obligaron a un modificado del contrato con un coste superior a los 20 millones de euros) y desde entonces quedan pendientes los 18 kilómetros que unen Moraleja con la frontera en Monfortinho.

En 2022 el PSOE licitó un contrato para actualizar el proyecto por más de 670.000 euros y ejecutar este último tramo. Estaba previsto que las obras comenzaran este año, pero tras el cambio de gobierno la actuación ha quedado supeditada a lo que decida esa mesa de expertos. 

Por lo que respecta a la Ex-A3, de Zafra a Jerez de los Caballeros, sigue adelante el proyecto de autovía después de que el Ejecutivo de Guardiola haya rechazado la solución que dio el PSOE la pasada legislatura ante la falta de financiación: transformar en una «vía de alta capacidad» con tres carriles varios tramos de las carreteras EX-101 y EX-112.

En cuanto a la conexión Badajoz-Olivenza, cabe destacar que el desdoble de la Ex-107 cuenta con declaración de impacto ambiental positiva desde principios de 2023, pero no cuenta con financiación para este ejercicio porque no se ha incluido en los presupuestos de la Junta para 2024.

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