La vacunación de la gripe no termina de calar entre los menores de 5 años, a quienes por primera vez se les está inmunizando en Extremadura contra este virus respiratorio. Según los últimos datos de la Consejería de Salud, apenas el 30% de las familias ha decidido vacunar a sus hijos o hijas de entre seis meses y cinco años de edad (59 meses), esto supone que se ha pinchado a unos 10.000 menores extremeños de los más de 34.000 que forman la población diana.
Estos datos contrastan con la alta cobertura de la vacunación frente al virus respiratorio sincitial (VRS), conocida como la vacuna contra la bronquiolitis, que también se inocula por primera vez en Extremadura, pero que ha llegado al 98,9% de la población diana (los menores de seis meses de vida y hasta los dos años si tienen factores de riesgo). Y esta buena aceptación «está contribuyendo a disminuir la presión en atención primaria y hospitalaria» por bronquiolitis o neumonías en los bebés, reconocen desde Salud.
También es superior la cobertura de la vacuna de la gripe entre los mayores de 60 años, alcanzando la semana pasada al 54% de la población, y entre los menores de 60 que tienen condiciones de riesgo, de los cuales se han vacunado casi el 65% de la población diana.
Por tanto, es la inmunización frente a la gripe de los más pequeños la que menos se acerca a las cifras deseadas, aunque lo cierto es que la campaña continúa abierta y los datos aún pueden crecer en pleno repunte de virus respiratorios tras la llegada del invierno y las fiestas navideñas. Es la recomendación de los pediatras, que animan al pinchazo para evitar problemas mayores en los más pequeños y evitar ingresos hospitalarios.
Este año es la primera vez que la vacuna de la gripe ha llegado en Extremadura a los niños sanos que no han cumplido los 5 años. Es el primer año y, como ya ha ocurrido en otras comunidades que empezaron el año pasado con esta vacunación, era previsible no llegar a los datos esperados. Es lo que pasó en Galicia o Murcia, que el año pasado abrieron camino en España. En ambas comunidades se vacunó a la mitad de los menores que estaban llamados a ello.
Las posibles causas
Las razones por las que no cala esta vacuna pueden ser variopintas: desde una llegada tardía del frío, la implicación de los pediatras o una baja percepción de la gravedad de la gripe en niños frente a otros virus como el VRS, hasta la falta de promoción institucional de las autoridades sanitarias acerca de esta vacuna antigripal pediátrica, tal y como han criticado tanto la Asociación Española de Pediatría y la Asociación Española de Vacunología.
La Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad, que aprobó el año pasado incluir a los niños sanos como grupo de riesgo para este año, recordaba que, aunque la gripe tiene una tasa de mortabilidad «mínima» en menores de 15 años (se estima que al año pueden morir cinco niños menores de cinco años por este virus), sí causa «un elevado número de visitas médicas a la Atención Primaria, uso de antibióticos e ingresos hospitalarios» y por ello debían ser considerados también como población de riesgo. A esto se suma, además, el impacto que vacunar a los niños tiene de forma directa en que circule menos gripe, ya que los más pequeños son el colectivo que más virus tiene todos los inviernos.