Acuerdo de Gobierno en Extremadura

Guardiola: «Mucha gente esperaba que yo diera el paso de la dimisión»

«No he mentido. Y no he querido rendirme», asegura la líder del PP en una rueda de prensa con la sala a rebosar de periodistas

Guardiola y Pelayo en la rueda de prensa de Mérida.

Guardiola y Pelayo en la rueda de prensa de Mérida. / jorge armestar

Rocío Sánchez Rodríguez

Rocío Sánchez Rodríguez

Era el mismo escenario. Con el foco nacional de nuevo encima. Una sala de prensa a rebosar de periodistas. Máxima expectación. Ya se sabía que había acuerdo entre PP y Vox y que la ultraderecha iba a entrar en el Gobierno extremeño, pero llegaba el momento en que la líder popular, María Guardiola, tenía que rendir cuentas por su cambio de opinión y de criterio. De que afrontara las preguntas de por qué no ha mantenido su palabra. De por qué lo que dijo y redijo de todas las maneras posibles ya no servía. Al final Vox sí tendría una consejería. 

Por momentos con la voz quebrada y ya sin lucir los pendientes con la bandera de Extremadura que la han acompañado en momentos clave, llegaron las explicaciones: «Mi palabra no es tan importante como el futuro de los extremeños. Comprendo, soy consciente de que ahora hay mucha gente decepcionada. Pero esto parte de una profunda reflexión que me ha llevado al origen de por qué quise ponerme al frente del PP en Extremadura», expresó.

Era el mismo escenario en el que justo diez días antes Guardiola había dado otra rueda de prensa cuyas palabras retumbaron en toda España. Fue tras la sesión de constitución de la Asamblea de Extremadura, cuando la presidencia quedó en poder del PSOE por la falta de acuerdo PP-Vox. Tras lo ocurrido, lanzó: «Yo no puedo dejar entrar en el gobierno a aquellos que niegan la violencia machista, a quienes usan el trazo gordo, a quienes están deshumanizando a los inmigrantes, y a quienes despliegan una lona y tiran a una papelera la bandera LGTBI».

En aquel momento volvió a asegurar y reasegurar que la ultraderecha no se sentaría en su Ejecutivo.

Sus palabras provocaron un aluvión de halagos (también críticas), y hubo quienes la colocaron en un pedestal por hacerle frente a Vox. Tal y como subió cayó.

Pelayo pidió «compresión» con el edil de Mérida que comparó el colectivo LGTBI con la pedofilia

Esta vez, sobre aquellas manifestaciones, matizó: «Ya he dicho que ese día estaba frustrada y enfadada». Y también añadió:«Mis principios permanecen intactos. Yo no asumo los postulados de Vox y ellos no asumen los del Partido Popular». Pero esas diferencias ya no han impedido que haya pacto para los próximos cuatro años.

¿El cambio viene impuesto desde Madrid? Guardiola aseguró que la decisión era suya, tomada desde su libertad, que había sido ella la artífice de crear una nueva consejería para ofrecérsela a la ultraderecha. Pero lo cierto es que horas antes de que se cerrara el pacto, su jefe nacional, Alberto Núñez Feijóo, dijo en Bruselas que quería «un acuerdo rápido» en Extremadura para evitar la repetición electoral.

«Días difíciles»

Guardiola reconoció que habían sido días difíciles, no obstante, subrayó que nunca había presentado su dimisión: «Mucha gente esperaba que yo diera ese paso, pero entonces hubieran salido ganando aquellos que no quieren que esta tierra prospere, por eso yo pongo mi palabra por encima del interés de los extremeños», insistió.

«Yo no he mentido. Y no he querido rendirme, que era lo que muchos deseaban», apostilló.

También defendió que el acuerdo alcanzado, en el que no se habla de la violencia machista, por ejemplo, había sido gracias a la generosidad de ambas formaciones. ¿En que ha cedido Vox? En que querían una vicepresidencia y dos consejerías y se han quedado solo con una consejería

¿Qué ha motivado este cambio de criterio en pocos días? Argumentó que ha sido por «el uso torticero» que se ha hecho de la situación. Se refería al PSOE, a quienes atacó también durante la rueda de prensa asegurando que el líder regional, Guillermo Fernández Vara, estaba prácticamente a los pies de lo que mandara Pedro Sánchez desde Madrid.

Vara anunció que iba a intentar una investidura -aunque fuera fallida- y la presidenta de la Cámara, la socialista Blanca Martín, convocó la sesión para el 5 de julio. Ya no va a hacer falta. 

¿Y qué dijo el líder de Vox, Ángel Pelayo? Que era un «día histórico» y que lo evidenciaba la cantidad de periodistas que había en la sala de prensa.

Tampoco aparece en el acuerdo ninguna referencia al colectivo LGTBI. Precisamente esta semana un concejal de Vox del Ayuntamiento de Mérida ha creado polémica e indignación al equiparar la bandera LGTBI con la pedofilia. Preguntado por ello, Pelayo subrayó que ellos respetan «cualquier tendencia sexual» y que hay que tener «comprensión» con quienes están empezando en política y se equivocan en sus declaraciones. Por lo que el partido no va a llevar a cabo ningún tipo de acción con respecto a este edil.

Asunto zanjado. Hay pacto, hay gobierno.

Tras su defensa del acuerdo logrado, «que no resta derechos a ninguna persona», aseguró Guardiola, la líder del PP pidió de ahora en adelante «ser juzgada como presidenta de la Junta».

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