tensión política en la formación de gobierno

Guardiola pide tiempo para fraguar el pacto con Vox para convertirse en presidenta

Plantea mantener en suspenso la intención de Vara de ir a una investidura fallida que tilda de «sainete» 

La candidata del PP solicita «unos días» para retomar el diálogo con la ultraderecha y asegurarse los apoyos

María Guardiola junto a Blanca Martín en el encuentro de esta mañana.

María Guardiola junto a Blanca Martín en el encuentro de esta mañana. / Jorge Armestar

El PP quiere seguir adelante con la negociación con Vox para alcanzar un acuerdo y gobernar en Extremadura. Por ello este martes le ha pedido "un tiempo" prudencial a la presidenta de la Asamblea de Extremadura, Blanca Martín, para retomar los contactos y fraguar un pacto con la formación de ultraderecha. "Le hemos pedido a la presidenta de la Asamblea que nos dé unos días esta semana para poder retomar ese contacto con la formación Vox, porque somos el único bloque, el de centroderecha, el que puede obtener los apoyos", ha indicado tras esa reunión en el despacho de la presidenta de la Asamblea. Para María Guardiola, el intento de investidura que persigue Guillermo Fernández Vara (el PSOE fue la lista más votada en las elecciones del 28M) es "un sainete".

Guardiola no ha concretado el plazo de tiempo que ha pedido más allá de "unos días" en esta semana. "Le he transmitido a la presidenta de la Asamblea que quiero ser candidata a la investidura pero me gustaría presentarme con los apoyos de Vox y para eso tenemos que sentarnos. Lo que le he pedido es que mantenga en stand by la intención de Guillermo Fernández Vara de presentarse a una investidura que sabe que será fallida y que no deja de ser el último servicio al Sanchismo".

Cambio en el tono

La presidenta del PP llegó a la Asamblea poco antes de las doce de la mañana acompañada por su secretario general, Abel Bautista, aunque fue ella quien mantuvo el encuentro con la presidenta de la Asamblea tras subir ambos junto al despacho, situado en la planta superior. Tras el encuentro reconoció que Blanca Martín no había respondido a su petición y que se había comprometido a trasladarle tras esta semana si había un acuerdo cerrado para ser investida. 

Guardiola trata de reconducir la negociación con Vox tras volar los puentes la semana pasada en la constitución de la Asamblea. Allí dijo la dirigente popular que nunca entraría en su gobierno un partido que niega la violencia machista; y ayer mantuvo un tono mucho más rebajado que ya anticipó en la carta del pasado lunes a la militancia: «Vox es un partido constitucional con el que me quiero poner de acuerdo porque quiero lo mejor para los extremeños», dijo de la formación de ultraderecha. La idea es sentarse estos días «y no tengo otro objetivo que no sea lo mejor para Extremadura», dijo sobre el alcance de esas conversaciones, de las que no rechazó que puedan entrar en el gobierno cuando se le preguntó por esa cuestión. Remitió, eso sí, a la carta que envió a la militancia (allí habla de acuerdo programático), y lo hizo de nuevo cuando se le preguntó por el cambio en su discurso en los últimos días: «La posición del PP es la misma de la mano tendida de intentar llegar a un acuerdo», dijo.

Guardiola niega haber planteado un paso atrás, asume las críticas de los suyos y evidencia el cambio de tono

 «Lo único que nos importa es Extremadura y los extremeños», aseveró también Guardiola, aunque reconoció al mismo tiempo estar preocupada por la «crispación y la polarización» de los últimos días y cómo eso puede afectar a la carrera del PP por el 23J: «No es justo que utilicen a Extremadura y las palabras que he dicho como presidenta del PP para impedir un gobierno de cambio de Alberto Núñez Feijóo».

La presidenta del PP extremeño negó que se haya planteado dar un paso al lado en estos últimos días, para reafirmar que no va a cejar en su «empeño» de trabajar por Extremadura. También rechazó estar recibiendo presiones de Madrid o de otros barones tras las palabras de Isabel Díaz Ayuso o Esperanza Aguirre, cuestionando su discurso. Para Guardiola es «enriquecedora la libertad de cada uno de opinar».

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