Fútbol Sala

Un camino de regreso a la edad de bronce en el fútbol sala pacense

El Badajoz GV Energía Amiroad Asociación Camino a la Vida será, en la próxima temporada, el máximo representante futbolístico de la ciudad pacense. Jugarán en la Segunda B de fútbol sala, la tercera a nivel nacional

Los integrantes del ACV Fútsal celebran el ascenso en Badajoz

Los integrantes del ACV Fútsal celebran el ascenso en Badajoz / CEDIDA

David Martín

Hace poco menos de un mes el Camino a la Vida lograba el ascenso a la categoría de bronce del fútbol sala nacional. Lo logró tras imponerse en el global (7-5) al Colegio San José de Cáceres en una caliente final a doble partido que les sirvió no solo para ganar un trofeo -que orgullosamente aún siguen celebrando varias semanas después-. Además, lograron mantener su imbatibilidad en casa y además han conseguido erigirse, tras el descenso del CD Badajoz, como el club del fútbol pacense que más alto representa a la ciudad. Si se extrapola al resto de disciplinas deportivas, tan sólo el Mideba es el único que tiene una posición más privilegiada, al estar en la máxima categoría del baloncesto en silla de ruedas. Y es que este club volverá al tercer escalafón del fútbol sala nacional después de que otros equipos de la capital pacense como el Cerro de Reyes ya estuviera allí hace algo más de un lustro triunfando en las pistasen una aventura en la que se celebró un ascenso a Segunda División que terminó con la amargura de no poder disfrutarlo en la cancha debido a problemas burocráticos.

Juli Cruz ha sido uno de los encargados de conducir al equipo hacia la tercera categoría del fútbol sala español. Es un perfil polifacético que ejerce como hombre navaja dentro del club: es el entrenador actual de la primera plantilla al tiempo que también es vicepresidente, hijo del presidente (Julián Cruz Zambrano), esposo de la secretaria (Eva Díaz), coordinador y también patrocinador (con su peluquería). El propio Cruz hijo, al otro lado del teléfono, se muestra agradecido con todos los patrocinadores y afición, «sin los que sería imposible todo esto». Al mismo tiempo se muestra orgulloso del trabajo que ha hecho club y la temporada que ha realizado el equipo: «Ha sido especial, era un proyecto a tres años y ascendimos con chavales de Badajoz». El técnico cuenta en su palmarés con otros títulos obtenidos con el Cerro de Reyes y el Olivenza ACV, de los que presume con mucho orgullo en su peluquería.

Este curso lo han terminado como el mejor equipo en la temporada regular del grupo extremeño de Tercera División y han reafirmado ese éxito poniendo rúbrica al ascenso tras el  ganar las dos eliminatorias del ‘play-off’.  Este nuevo reto que el club inicia en la categoría de bronce lo encaran como uno de los dos representantes del fútbol sala extremeño en el panorama nacional, acompañando al Grupo López Bolaños de Fuente del Maestre, tras los descensos vividos por parte de la Granja Futsal y el Cáceres Universidad. Muchos kilómetros y muchas horas de autobús por delante le esperan a partir de ahora. Según confirman a este medio, los partidos en casa seguirán siendo en un pabellón Hernán Cortés que se están arreglando para estar «a la altura de lo que el club merece». Los diferentes miembros del ACV, junto al director deportivo, Ismael Macías, -quien a su vez ejercerá de segundo entrenador en la primera plantilla-, están trabajando arduamente para confeccionar un equipo competitivo; ya han empezado cambiando el apellido del club, que competirá en el tercer escalafón del fútbol sala nacional con una nueva denominación con respecto a la temporada que acaban de finalizar.

Un club más allá de las pistas

No obstante, el Camino a la Vida no es solo un mero club que forma jugadores desde las categorías  de la base y compite por ser los mejores con sus equipos en las categorías senior. Se trata de una asociación benéfica solidaria sin ánimo de lucro.  Desde que se fundaron, allá por 2010, afirman que no han parado de intentar aportar a la sociedad su granito de arena. Según relatan, cuentan con un buen puñado de chicos procedentes de barrios marginales de la capital pacense. Algunos de ellos están hasta becados por ellos debido a que tienen una importante necesidad en su día a día. 

Su objetivo es el de ayudar a intentar sacar a los jóvenes de la calle, así como a que eviten los vicios y conflictos, ofreciéndoles una alternativa gracias al deporte. «Antes de que estén drogándose en las esquinas y sean maleantes hacemos que se entretengan con este deporte», comenta su vicepresidente.