El CAR Cáceres trata de dar un gran giro a su proyecto

Pocos equipos de la comunidad que militen en competición nacional ha sentido tanto el amargo sabor de la derrota en las dos últimas temporadas como el Extremadura CAR Cáceres, que apenas ha logrado ganar un par de encuentros en todo este tiempo en la División de Honor B (grupo C junto a rivales madrileños y andaluces). Se salvó del descenso en la 2022-23 porque surgió una vacante y en 23-24 ha repetido el mismo destino, acumulando muchos marcadores sonrojantes en contra. Por eso los responsables del club quieren darle ahora un gran giro al proyecto con la llegada de una figura de mucho relieve que ocuparía al mismo tiempo las funciones de jugador y director deportivo: el sudafricano Lohan Potgieter.

Se trata de una persona que ya conoce el club, donde militó en la temporada 2018-19 en una de sus primeras experiencias en España. Todavía era muy joven (22 años). Ahora se estima que ha adquirido la experiencia necesaria para reformar a nivel interno el método de trabajo y evitar que se sigan acumulando sinsabores. De hecho, en el Gaztedi de Vitoria, dentro del grupo Ade la División de Honor B, ha realizado exactamente las mismas funciones.

Las conversaciones están avanzadas para que Potgieter regrese a Cáceres y lo haga con total libertad para imponer sus ideas y al mismo tiempo pueda ayudar sobre el terreno de juego a sus compañeros, muchos de los cuales se han formado en la cantera del CAR. Y que también afine lo máximo para incorporar refuerzos que realmente supongan un salto de calidad, como fue en su día su fichaje. En aquel entonces el CAR soñaba incluso con luchar por el ascenso a la División de Honor. Ahora se ha convertido en el colista eterno de la DHB.

Entre sus cometidos estará potenciar la escuela de rugby, crear 'sucursales' en localidades de la provincia, potenciar el femenino que se inscribirá en la liga castellanoleonesa e iniciar el rugby inclusivo.

¿Una vacante otra vez?

Quizás lo ideal sería que la etapa de Potgieter siendo el nuevo ‘capo’ del club se saltase el paso de estar un año en la Liga Regional, jugando contra equipos extremeños a los que la base local del CAR sí supera con claridad. Es por eso que la entidad se mantiene atento a lo que pueda suceder con alguna plaza que pueda surgir en la División de Honor B, con el convencimiento de que las reiteradas y abultadísimas derrotas de estos dos años no se repetirán.

El Unión Rugby Almería puede ser el primero que renuncie a seguir en la segunda categoría nacional, pero la última decisión sobre quién le suple será de la Federación Española. Lo que es seguro que es se decida lo que se decida, el rumbo del conjunto cacereño tiene que cambiar.

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