Baloncesto

Martín Fariñas y Mario Madejón dirimirán un pulso para presidir el basket extremeño

El actual máximo mandatario («por ahora solo pienso en lo que nos queda que hacer esta temporada») y el antiguo director técnico de la FexB («voy a intentar mejorar lo que hay») competirán el 28 de junio

Martín Fariñas y Mario Madejón.

Martín Fariñas y Mario Madejón. / FEXB / Francis Villegas

Javier Ortiz

Javier Ortiz

Se viene proceso electoral de alto voltaje en el basket regional. Aparte de la candidatura continuista de Martín Fariñas, histórico entrenador que lleva como presidente de la Federación Extremeña de Baloncesto desde 2016, hay otra que intenta hacerse con el poder y que encabeza Mario Madejón, antiguo empleado de la propia FexB como director técnico y que en la actualidad lidera el Sportmaking Cáceres.

Las elecciones en sí no serán hasta el 28 de junio, aunque antes hay que completar un largo proceso que ya se inició esta semana con la publicación del calendario electoral. El que quiera ser presidente tendrá que ser escogido primero como asambleísta, un privilegio que solamente tendrán 40 personas representando a uno de los distintos estamentos (clubs, entrenadores, jugadores y árbitros). Es, como en todas las federaciones, la clave: los hipotéticos candidatos tratarán de colocar a asambleístas de su cuerda para sacar la mayoría el día de los comicios.

La presentación de los candidatos a la asamblea se podrá realizar de forma inminente. Tras agotarse los distintos plazos para reclamaciones, el día ‘D’ para la elección de quienes escogerán al presidente será el 14 de mayo. La elección definitiva, en la que las dos opciones serán Fariñas o Madejón salvo sorpresa monumental, será el 28 de junio.

El precedente

Para Fariñas (66 años) no será nuevo tener un oponente. Cuando en 2016, siendo vicepresidente, aceptó coger el relevo de Jesús Luis Blanco, que llevaba de mediados de los años 90 en el cargo, se encontró con la oposición de Emilio de Alba, al que superó rotundamente, como se esperaba, en las votaciones de la asamblea general (33-7).  

Cuestionado por este diario, confirmó que intentará continuar en su puesto, se supone que con el mismo equipo de trabajo de sus dos legislaturas, aunque descartó realizar declaración adicional alguna sobre sus proyectos en caso de seguir. «Estoy centrado en terminar bien lo que tenemos pendiente todavía esta temporada, pendiente de los equipos de categoría nacional que se la están jugando y organizando las fases finales de los Judex y demás», indicó.

En 2020 no hubo alternativa enfrente. Ahora sí y será Madejón (48 años), que, al contrario de Emiio de Alba en su momento, conoce los recovecos la federación después de haber trabajado en ella como director técnico desde 2005 a 2018, cuando decidió marcharse alegando motivos de salud. En 2020 lamentó en una entrevista en este diario que no había podido volver a colaborar con ella de alguna manera después de que Fariñas le solicitase "paciencia".

La sorpresa

Desde hace unos meses está trabajando en reunir apoyos, sobre todo entre los clubs, con el objetivo de conformar una mayoría que le impulse en las elecciones presidenciales. Y sí ha ofrecido más detalles sobre lo que está preparando. «Esta semana envié un correo a todos los clubs confirmándoles mi intención de presentarme», contó.

Según añadió, «pensé que en principio Martín no se iba a presentar a un tercer mandato porque nos había dicho claramente que no iba a hacerlo. Me sorprendió que la anterior asamblea anual expresase su cambio de opinión. Fue entonces cuando, tras pensármelo durante unos días, decidí dar el paso hacia adelante y se lo comuniqué a él personalmente». 

Y...¿cuál es su proyecto en concreto? «Voy a intentar mejorar lo que hay ahora y no entrar en el juego de decir lo que se está haciendo mal. Yo creo mucho en potenciar el minibasket, la tecnificación, recuperar algunas localidades que hemos perdido y sobre todo luchar contra el gran problema que detecto como presidente de un club que soy: no hay entrenadores y los que hay tienen que llevar a tres o cuatro equipos, con lo que se hace difícil que los chicos trabajen como deben hacerlo». 

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