Entrevista | CELIA ROMERO Cantaora

«Es imposible ver flamenco en directo y no acabar enamorada de él»

En la terraza del Teatro López de Ayala, el próximo día 3 de julio, el piano de Andrés Barrios y el cante de Celia Romero aunarán en el espectáculo ‘Aires de Iberia’ el flamenco y un profundo amor y respeto a la cultura portuguesa, en una nueva edición del Festival Flamenco y Fado de Badajoz. Un encuentro musical que borra la raya geográfica, para darle voz a dos culturas obligadas a entenderse, y escucharse. Pasen y lean. 

Andrés Barrios y Celia Romero, en una actuación.

Andrés Barrios y Celia Romero, en una actuación. / FOTO CEDIDA POR EL TEATRO LÓPEZ DE AYALA

¿Qué va a poder disfrutar el aficionado de estos ‘Aires de Iberia’?

El espectador va a disfrutar de un espectáculo flamenco. Un recorrido de cantes: desde granaína y media a fandangos, pasando por nuestros cantes, por supuesto, y también con sorpresas, ya que los dos estamos ahora mismo grabando discos que van a salir muy pronto. En mi trabajo tengo un tema, ‘De Lisboa a Badajoz’, que tiene bastante que ver con el festival. Además, cuento con la colaboración de una artista portuguesa a la que admiro mucho. Este tema lo vamos a hacer en el certamen, y tengo muchas ganas de ver la reacción del público. En el mismo tema también cuento con la guitarra de José María Gallardo del Rey, que mete unos acordes de esencia de fado muy, muy bonitos. Así que, vamos a disfrutar mucho y como siempre intentando dar todo de nuestra parte para que, tanto el público como nosotros nos vayamos lo más satisfechos posibles. Nos acompañarán Los Mellis de Huelva, entre otros artistas, y sí, estamos muy contentos con el espectáculo, ¡a ver qué tal!

¿Qué tiene de fado el piano de Barrios y la voz de Romero?

Andrés viene de Utrera, que no puede ser más flamenca, y yo de Herrera del Duque, Badajoz, y mis raíces son totalmente flamencas. Pero he tenido la suerte de estar muchos años en este festival, cuando era Badasom, y compartir escenario, entre otros, con Dulce Pontes, por ejemplo; al margen de que, a mí, personalmente, me gusta mucho Portugal. También el fado tiene bastante en común con el flamenco, al ser músicas ‘muy de verdad’, salen del alma. Al final se trata de un festival ‘de frontera’ en el que también se va a notar ese cariño que le tenemos al país vecino.

¿Cuál es el secreto de este dúo que repite en el Festival Flamenco y Fado de Badajoz?

La juventud, las ganas, la ilusión, el ponerse a crear algo y disfrutar de lo que sale, mientras te surge otra cosa… Estamos en un momento personal y profesional muy bonito, con gran ilusión. No tenemos ni 30 años y miramos atrás, y llevamos los dos muchos años en la música. Ya contamos con una mayor madurez respecto a la última vez que presentamos espectáculo aquí en el festival (2019). Mire, normalmente en los certámenes los cantaores hacemos siempre una serie de cantes que el público espera, y que «hay que hacer», y se pierden cantes como la guajira, por ejemplo, que no es tan popular en los repertorios, y a mí me gusta mucho. Creo que este cante debería salir el próximo día 3 porque irán músicos compañeros del Conservatorio de Andrés, también amigos míos que no suelen acudir a festivales de flamenco. La gente joven piensa que el flamenco es algo aburrido, porque no ven el fondo ni la letra, ni lo que se está interpretando. Es imposible ver flamenco en directo y no acabar enamorada de él. Estamos encantados de volver al festival juntos con artistas a los que queremos y admiramos mucho.

¿Qué habéis aprendido el uno del otro?

Con 9 o 10 años me quedé en segundo del Conservatorio porque personal y académicamente me era imposible seguir, y eso lo admiro mucho de Andrés, que hizo el superior de piano. Sabe muchísimo de música, de las notas que hay que poner en cada momento, de esa capacidad de componer él mismo una melodía. ¡Me parece muy complicado! Yo me dedico a cantar, y a mí dame una letra y una música y yo te lo hago a mi manera, pero no voy a ser capaz, de momento, de crear yo una melodía propia… Admiro muchísimo eso de Andrés y claro que me aporta a mi manera y a mi persona, esa rapidez, esas ganas de ‘vente por aquí a ver cómo suena’. Creo que en su caso él también ha aprendido algo conmigo porque hay muchas cosas que nunca había escuchado de flamenco: una de Vallejo, una granaína de otra manera…Al final es compartir lo que uno tiene. Que, de dos, salga uno.

Celia, eres iconoclasta con tu voz; ¿no te da miedo la fusión? Porque hay fusiones, como la vuestra, que ‘suenan’ tan bien…

¡Me hace mucha gracia que me digas eso! La verdad es que no me da miedo absolutamente nada. Siempre seré flamenca pero también se presentan diferentes proyectos a los que no puedo decir no. Una vez que ya estoy dentro, ¡a veces siento mucha inseguridad! Pero luego me alegra y me enriquece tanto... Conocer otras músicas e incluso obras de teatro que también he vivido, ¡me parece fascinante! Me siento orgullosa de que todos los proyectos en los que he participado, que no eran de flamenco, hayan tenido buenos resultados, sin contar con lo más importante, que es la satisfacción personal. En el nuevo disco que voy a sacar ahora hay de todo: flamenco, pop... Estoy deseando que lo escuchéis. A mí me está gustando mucho y se está haciendo con cariño y tiempo. Sobre este espectáculo quiero comentarle que, de la mano de Andrés, no puede salir nada mal. Estoy encantada de disfrutar esos ratitos con él, que son gloria.

¿Hacia dónde va su carrera?

No lo sé, van surgiendo cosas tan buenas (también algunas malas) que me dan tantas ganas e ilusión… Ojalá toda mi carrera continúe así. Para eso cuido mucho la voz y le echo muchas horas al trabajo. Le doy gracias a la vida por tantas cosas buenas que me están pasando...

¿Lo más importante que has aprendido a lo largo de tu carrera?

Todo el aprendizaje de mi vida es música, pero lo más importante es ser honesta, educada, respetuosa con lo que hace cada artista, y eso lo que pido también para mí: que se respete mi trabajo, las facultades de cada uno, porque somos seres únicos, y cada uno sigue el camino que quiere en su vida musical. Todos debemos alegrarnos por todos, porque aquí, desde luego, nadie regala nada.