Cien años de una corona

Escucha en exclusiva el Himno del Centenario de la Virgen de la Montaña de Cáceres

Ha sido compuesto por Antonio Luis Suárez Moreno, director de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres

Así suena el Himno de la Coronación de la patrona de Cáceres

Jorge Valiente

Miguel Ángel Muñoz Rubio

Miguel Ángel Muñoz Rubio

El Himno del Centenario ha sido compuesto por Antonio Luis Suárez, director de la Banda Sinfónica de la Diputación de Cáceres, con ayuda de su hermano Jorge. La obra es un encargo de la cofradía de la patrona al cumplirse cien años de su Coronación Canónica. Será mañana cuando la Concatedral de Santa María acogerá la presentación de esta pieza magistral. Esta noche se ha celebrado su ensayo final y El Periodico Extremadura ha sido testigo de excepción. El acto de mañana comenzará a las nueve de la noche con aforo libre, y contará con la intervención musical de la propia banda y del tenor Juan Carlos Martos y la soprano Ana Peromingo.

La Real Cofradía de la Santísima Virgen de la Montaña invita a todos los cacereños y devotos a asistir al estreno de la nueva composición dedicada a la Sagrada Imagen, que tendrá una especial relevancia durante la bajada extraordinaria de los próximos meses de septiembre-octubre. La cofradía ha diseñado un amplio programa de actos que arrancan el 5 de septiembre con la Procesión de Bajada que excepcionalmente desfilará por el Camino Llano en homenaje a la jota del Redoble y culminarán el día 13 de octubre con la Procesión de Subida, un día después de la Misa Campaña que se celebrará en la plaza Mayor en presencia del Nuncio Apostólico de Su Santidad el Papa, Bernardito Auza.

El himno dice así: ‘Madre Nuestra, Virgen Santa, luz que alumbras tu ciudad. Es la tierra cacereña que presides en tu altar. Abrazando la Montaña eres vida, eres verdad. Eres faro, eres guía, nuestra madre celestial. Tú eres la luz del mundo. No hay miedos junto a ti. Tú eres camino firme. En la ternura y en la virtud. Protégenos con tu manto. Y ruega desde tu ermita por pobres y por enfermos. Danos alivio en nuestro dolor. Oh Virgen de la Montaña, doncella de tu ciudad, consuelo de nuestro llanto y amparo de todo mal. Eres la luz verdadera, tu padre el salvador, tus hijos los cacereños y cacereñas son tu amor».