Historia de la judería cacereña

Llega a Cáceres San Antonio del Barrio

Imagen de la misa esta tarde en la ermita de San Antonio.

Imagen de la misa esta tarde en la ermita de San Antonio. / Carlos Gil

Santos Benítez Floriano

Santos Benítez Floriano

Una de las zonas más desconocidas y menos visitadas de nuestra Ciudad Monumental de Cáceres es la Judería Cacereña, tanto la Vieja como la Nueva, al encontrarse algo alejadas de los circuitos turísticos que realizan tanto los guías como los turistas que nos visitan. Y es una pena porque la Judería Vieja de Cáceres situada en la zona conocida hoy como San Antonio de la Quebrada presenta una arquitectura de casas típicas y de gran belleza, en la zona más accidentada del recinto amurallado, en un entorno de callejuelas estrechas y empinadas, llenas de plantas y flores, con constantes referencias al pasado judío, que invitan a pasear sus calles y recordar esa maravillosa época en la que en Cáceres convivían las culturas cristiana, musulmana y judía.

La mayoría de las viviendas que ocuparon los judíos se encuentran junto a la muralla, tienen un máximo de dos plantas, poseen jardines y huertos y todavía se conservan hoy en ellas símbolos y cartelas con frases hebreas. No tenemos fuentes documentales ni arqueológicas para confirmar cuándo los judíos llegaron a Cáceres y si ya habitaron en la época romana, lo que sí podemos afirmar, de los datos que aparecen en el Fuero de Cáceres de 1229 es que durante la dominación agarena de Cáceres, los hebreos tenían una importancia en la sociedad cacereña de la época.

En dicho Fuero ratificado por Fernando III el Santo en 1231 se invitaba a que cristianos, moros y judíos poblasen la ciudad y a que participaran en las ferias y mercados que se crearon para intentar reactivar la maltrecha economía cacereña.

El Fuero dedica una serie de capítulos a los judíos referidos a sus actividades económicas y recogía el derecho que tenían, por ser una concesión real, de demostrar su inocencia en los pleitos jurando sobre La Torá en la Sinagoga.

La Sinagoga de la Judería Vieja estaba ubicada en el solar que ocupa la actual ermita de San Antonio del Barrio, fue derruida en el año 1470 por Alonso Golfín que la destruyó y construyó una ermita bajo la advocación del santo de origen portugués San Antonio. La ermita ha sufrido a lo largo de los años muchas remodelaciones y en la actualidad se ha limpiado y dorado el retablo, se ha construido un Museo dedicado al Santo y se han arreglado todas las dependencias incluida el patio desde donde se pueden apreciar la muralla y las zonas aledañas a la ribera.

El día 5 de junio comenzó la Novena a San Antonio del Barrio que culminará con la Fiesta Principal este jueves, día 13 de junio a las 11 horas, con la Santa Misa en la Ermita (con la venta de panes del Santo), Procesión a las 19.30 horas hasta San Mateo donde habrá una Santa Misa a las 20 horas, y al terminar regreso en Procesión hasta la Ermita donde permanecerá en su hornacina del retablo hasta el próximo año.

En la actualidad la Judería Vieja de Cáceres alberga tres construcciones que ningún turista debería dejar de visitar: el Olivar de la Judería, un precioso jardín rodeado de casas hebreas, el Baluarte de los Pozos, centro de interpretación de la Cultura Judía y la mencionada Ermita de San Antonio del Barrio.

Comerciantes

Los judíos cacereños se dedicaban al comercio, a la artesanía y al préstamo. El Sínodo de Zamora de 1313 prohibió a los judíos ser médicos de los cristianos, ocupar cargos públicos y debían llevar una señal en su ropa que les identificara.

En el ‘Repartimiento hecho a los judíos’ por el Rabí Jacob Aben Núñez, en el año 1474 aparece la Aljama Judía de Cáceres como una de las cinco mejores de Castilla por el enorme tributo que pagaba a las arcas reales, un total de 8.200 maravedíes.

En las visitas que realizó Isabel la Católica a Cáceres los judíos cacereños se quejaron ante la Reina porque ellos aportaban mayor cantidad de dinero a las arcas municipales que los cristianos en los repartos de impuestos que se hicieron.

Por decreto de 1478 los judíos cacereños son obligados a marcharse fuera del recinto amurallado y son trasladados al otro lado de la Plaza Mayor, a las actuales calles General Ezponda, Plaza de la Concepción, calle Paneras y Plaza Mayor, como calle principal la de la Cruz. En aquella época había judíos de gran prestigio en Cáceres como el sastre Moshé Cohen, Sergas Cohen, Haian Alvelia, Samuel Ben Sentó, etc.

En 1479 se calcula que había en Cáceres un total de 130 familias, que correspondían a 520 personas, de un total de unos 8.000 habitantes que debió tener la ciudad por los años ochenta del siglo XV. El actual Palacio de la Isla, que fue construido en el siglo XVI ocupó el solar donde estuvo asentada la sinagoga de la Judería Nueva. Todavía se conservan las estrellas de David del patio, inscripciones en hebreo, etc.

Poco duraron los judíos cacereños, ya que en 1492, los Reyes Católicos ordenaron la expulsión de todos los que no abrazaran la fe católica, algunos se convirtieron, pero la mayoría abandonaron la ciudad marchándose a las cercanas tierras de Portugal donde se conservan algunas aljamas de gran belleza y esplendor. A los judíos se les prohibió que abandonaran la ciudad con dinero acuñado y tuvieron además que dejar atrás sus casas, huertos y muchas tierras.

El autor es Cronista Oficial de Cáceres

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