Denuncia a entidad bancaria

Una cacereña solicita la devolución de sus bienes sustraídos por un embargo erróneo

El banco desconoce el paradero de los objetos guardados y la parte denunciante solicita el valor material, daños morales y los costes de servicios

Las motocicletas  de competición  solicitadas por la  denunciante.

Las motocicletas de competición solicitadas por la denunciante. / Cedida

Gertrudis, vecina de Cáceres de 74 años, reclama a una entidad bancaria la devolución de los enseres que le fueron sustraídos debido a un embargo erróneo, según señala su abogada Lola Gibello. «Nosotros queremos los artículos, pero dicen que no saben dónde están», por esta razón, la representante legal solicita el valor material, daños morales a su cliente y los costes de los servicios profesionales (abogado, perito y procurador).

Todo empezó cuando el hijo de la dueña encontró las puertas del inmueble, situado en la plaza Roque Balduque, tapiadas con una señal de embargo. Al ver esta situación, «nos personamos en un proceso judicial y le indicamos al bando que ese local ocupado no es suyo, sino nuestro», explica la letrada.

«El banco nos devolvió las llaves y cambió la cerradura», con lo cual, la institución bancaria «está reconociendo que el local no es suyo porque entonces no nos las habrían devuelto», precisa Gibello.

Una vez que la familia entró en el inmueble comprobó que «todos los enseres que antes estaban allí, que mi cliente llevaba guardando durante 37 años, tanto personales como familiares, habían desaparecido». Entre las pertenencias se encontraban «motos de competición con todos sus materiales» que pertenecían a un hijo de Gertrudis. 

Relación de bienes

La familia y su abogada solicitaron la devolución de las pertenencias a la entidad bancaria, la cual, presentó una factura de un punto limpio. En estos casos, en las zonas verdes de recogida «tienes que hacer una relación de los bienes que entregas y nunca puedes dejar allí una motocicleta porque se considera peligroso, por el combustible», enfatiza la abogada. «Estos vehículos tienen que darse de baja en tráfico y depositados en un desguace», puntualiza.

El juzgado contactó con el punto limpio, preguntó por los bienes y la zona verde trasladó «que no tenía las cosas, a mí me lo ha traído una empresa tercera, no el banco. En la factura pone escombros que es la autorización judicial que tiene este señor».

«No quieren devolver los bienes porque dicen que no saben donde están», remarca la representante legal de Gertrudis. 

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