Bienvenidos a Cáceres, vencejos

«Cuando vinieron por primera vez y nos dijeron que una colonia de vencejos anidaba en las persianas del colegio no sabíamos qué hacer, pero le dimos la vuelta a la situación y creamos un proyecto medioambiental del que nos sentimos muy orgullosos», cuenta Alicia Avís, directora pedagógica de infantil y primaria del colegio Las Carmelitas y que pertenece a la comisión que organiza la bienvenida de este ave al centro. «Nos sentimos muy orgullosos de que los alumnos se den cuenta solos de que los vencejos ya están llegando desde África», dice Rosa Gómez, directora del centro.

Coincidiendo con el programa Erasmus+ que están celebrando, por el que ocho alumnos de un instituto rumano están pasando estos días en la ciudad y en el que también participa un instituto de Italia, organizaron este jueves un evento con los escolares de infantil, primaria y 4º de ESO. Durante la cita, y guiados por los profesores del centro, bailaron danzas típicas de cada país. De esta forma, ‘El Redoble’, ‘Sarà perché ti amo’ y ‘Hora Romaneasca’. Finalizó con un pase que simulaba la llegada de los vencejos a la ciudad, en el que los niños se habían disfrazado de turistas para aparentar que eran este tipo de pájaro: «Como son aves migratorias, los niños se han disfrazado de viajantes».

En el proyecto organizaron charlas informativas sobre las características de este ave y talleres para la creación de cajas en las que cayesen los excrementos. Gracias a la gran labor, la Junta de Extremadura les ha otorgado el premio Tomás García Verdejo: «Son como los Goyas de la Educación», se congratula Avís. Está dotado con 3.000 euros que destinarán a la compra de kits de limpieza y cámaras para controlar a las aves.

Por parte de las asociaciones SOS Vencejos y Vencejos Extremadura estuvo presente Juanjo González, quien indicó que «es una especie muy beneficiosa para el ser humano por el tipo de biología y su alimentación, ya que puede llegar a comer miles de mosquitos en un día». «Esta especie está amenazada y es importante inculcar a los más jóvenes su importancia. Su biología les enlaza con las construcciones humanas porque no pueden construir nidos, solo pueden ocupar oquedades en los edificios», finalizó.

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