Abre 'Tochesuras', el primer espacio gastronómico venezolano en la ciudad

Sabor a Venezuela en la plaza de Santiago de Cáceres

Una familia de emigrantes toma el mando de la antigua La Matilda

La cerveza del Caribe, la Polar Pilsen, se puede degustar en este nuevo establecimiento

Tochesuras. Los regentes del nuevo establecimiento.

Tochesuras. Los regentes del nuevo establecimiento. / Jorge Valiente

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Bobo, tonto, torpe. No hagas tochesuras; no seas toche; eso le pasa por toche; no sabe un toche... La palabra ‘toche’ es un modismo que se utiliza casi para todo en Venezuela y de ahí resulta el nombre del nuevo bar-café y restaurante Tochesuras. Un negocio familiar que viene a ocupar el espléndido enclave que ha dejado el cierre de la taberna La Matilda, en la plaza de Santiago, y que supone, además, el primer restaurante venezolano en la ciudad.

Los regentes del nuevo establecimiento, junto a un arte de los azulejos de Carlos Cruz-Díez del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía.

Los regentes del nuevo establecimiento, junto a un arte de los azulejos de Carlos Cruz-Díez del Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía. / Jorge Valiente

La cerveza del Caribe

Lo regentan Yelixa Gómez, Daniela Ceballos y Daniel Clavijo y ofrece un acercamiento genuino a la mejor cocina venezolana, sin olvidarse de la gastronomía extremeña. «Tenemos producto internacional y autóctono. De hecho, somos los primeros distribuidores de la Polar Pilsen en Cáceres», la cerveza estrella de Venezuela (desde 1941) que (dicen) te transporta al Caribe

«Salimos de Venezuela para Ecuador y decidimos optar por Cáceres para venir a España. Lo conocíamos por el rodaje de ‘Juego de tronos’ y teníamos algún conocido aquí. Es una ciudad maravillosa; nos sentimos muy bien acogidos y bendecidos de poder ofrecer el mejor sabor venezolano en esta plaza histórica; zona de paso para turistas y un punto de encuentro para las personas del barrio».

Arepas y tequeños

Arepas, cachapas, parrilla venezolana y tequeños, «que son muy reconocidos a nivel internacional», conviven con la tradicional carte que tenía La Matilda. «Queríamos hacer esa fusión de sabores. También productos libres de gluten y las versiones veganas y vegetarianas. Y el pepito, muy famoso; un pan de 40 centímetros relleno de carne. Y también tenemos la versión extremeña, rellena de ibérico». Un festín de sabores en Santiago.