EXPLICACIONES TRAS LA COMISIÓN INFORMATIVA DEL GRAN BUDDHA

La Fundación Lumbini: «Seguimos adelante con el proyecto en Cáceres; no tenemos nada que ver con asuntos políticos»

Desmienten que el Ministerio de Exteriores les haya desaconsejado evitar contacto con la junta militar en Myanmar. PP y Unidas Podemos expresan sus dudas y cotejarán la información recibida para decantarse por su apoyo o no al proyecto. Salaya asegura que no habrá especulación en los terrenos del cerro Arropez

De izquierda a derecha, Ricardo Guerrero, José Manuel Vilanova y Pilar Acosta esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres.

De izquierda a derecha, Ricardo Guerrero, José Manuel Vilanova y Pilar Acosta esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres. / CARLAGRAW

Eduardo Villanueva

Eduardo Villanueva

Luces y sombras tras la Comisión informativa del proyecto Gran Buddha celebrada esta mañana en el salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres y que se ha desarrollado durante más de dos horas. Mientras que la Fundación Lumbini Garden (FLG) ha reiterado su posicionamiento alejado de la política y dentro la legalidad internacional, a grupos de la oposición como Unidas Podemos (UP) no les convence su relación con la Asociación Nacional de Jade en Myanmar y el PP ha calificado de «muy negativa la imagen que se ha podido trasladar de Cáceres».

Ricardo Guerrero, patrono de la fundación y responsable de relaciones institucionales y asuntos budistas de la FLG, ha expresado su satisfacción al salir de la comisión informativa, a cuenta del polémico viaje a Myanmar y la reunión con la junta militar golpista, y ha señalado que «seguimos adelante con el proyecto de templo budista en Cáceres».

La comisión informativa del proyecto Gran Buddha ha reunido este jueves a miembros de la FLG con los portavoces de todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Cáceres y los ediles no adscritos, así como a Carlos Javier Rodríguez, actual jefe de gabinete del presidente regional, Guillermo Fernández Vara.

Por parte de la FLG han comparecido, además de Guerrero, el presidente, José Manuel Vilanova; Eakraj Giri, secretario de la Lumbini Garden; uno de los arquitectos del proyecto en el cerro Arropez y la empresaria cacereña y patrona de la fundación Pilar Acosta

Según Guerrero, «hemos explicado, de una manera clara y transparente, todo lo que hemos hecho para deshacer todos los malentendidos que se han publicado; nosotros no habíamos informado al respecto porque preferíamos hacerlo primero a las administraciones».

Sobre el viaje a Myanmar, Guerrero ha mantenido que «fuimos a reunirnos con personas con las que ya teníamos contacto desde el año 2015», y ha mencionado sus contactos con la Asociación Nacional del Jade, que «va a donar la jadeíta blanca con la que se va a construir el gran Buda de jade en templo cacereño».

Guerrero ha redundado en el hecho de que fue una vez en Myanmar cuando recibieron la petición de reunirse con la junta militar golpista, que no estaba prevista en el viaje. «Es un proyecto que presentamos al anterior gobierno», antes del golpe de estado de 2021. «Respetando la legalidad internacional, el actual gobierno ha decidido respetar los compromisos firmados y seguir adelante».

Preguntado acerca de los recelos que ha levantado en la comunidad internacional ese encuentro, Guerrero ha defendido la postura de la FLG: «no tenemos nada que ver con asuntos políticos. Para la ONU solo hay 20 países en el mundo que sean democráticamente homologables. Y no podríamos tener relación solo con una veintena de países».

Y cuestionado acerca de su papel mediador en Myanmar, para el que la FLG se ha postulado, Guerrero ha subrayado que «de manera valiente, aprovechando esa reunión que no estaba prevista, les propusimos», a la junta militar golpista, «que llevarán adelante un proyecto de paz en Myanmar, y nos informaron de que se tienen que llevar a cabo elecciones democráticas en agosto de 2023».

Y ha vaticinado que «cuando empecemos con la construcción del Gran Buddha el gobierno de Myanmar será otro».

Ministerio de Exteriores

También ha negado Guerrero que el Ministerio de Asuntos Exteriores haya desaconsejado a la FLG tener contacto con el gobierno golpista de Myanmar, «como ha publicado algún medio. No hemos recibido ni una sola comunicación ministerial al respecto». 

En cuanto al avance del proyecto en Cáceres en los terrenos municipales del cerro Arropez, ha subrayado que «se ajustan perfectamente al plan director y la zona ZEPA. Por lo que todos los proyectos que se van a llevar a cabo al amparo de ese plan no tienen ningún problema de ejecución». Y ha añadido que «estamos a la espera de que la Junta de Extremadura emita su informe medioambiental y que el ayuntamiento tenga la consideración de que una vez recibido el proyecto le dé luz verde». En este punto ha criticado la «tardanza de las licencias administrativas» que ha demorado la anunciada instalación de un templo budista provisional. 

Una infraestructura provisional que se preveía inaugurar a finales de este año pero que se descarta, ya que se solaparía, previsiblemente, con la construcción del macro templo proyectado. Por último, ha señalado que el Gobierno regional «entiende perfectamente cuáles son las acciones que nos vemos obligados a llevar a cabo para seguir con el proyecto».

Dudas entre los grupos políticos municipales

• Unidas Podemos rechaza que «un proyecto de paz pueda estar construido con jade manchado de sangre»

• El PP mantiene sus dudas y cotejará la información facilitada por la Lumbini Garden para posicionarse con respecto al proyecto.

• Y Ciudadanos da por válidas las explicaciones ofrecidas en la comisión.

Las explicaciones vertidas este jueves por la Fundación Lumbini Garden (FLG) por su encuentro con la junta militar golpista de Myanmar han generado dudas entre los grupos municipales de PP y Unidas Podemos (UP) en el Ayuntamiento de Cáceres, donde se ha celebrado la Comisión informativa del proyecto Gran Buddha.

La más crítica ha sido la portavoz municipal de UP, Consuelo López Balset, quien ha manifestado que considera «inconcebible que un proyecto de paz esté relacionado con un gobierno golpista y genocida como la junta militar de Myanmar».

También ha señalado que esas dudas con respecto al proyecto de construcción de un macro templo budista en el cerro Arropez «comenzaron hace meses, cuando el proyecto inicial se transformó y pasó de ocupar unos miles de metros a 110 hectáreas en el monte».

Esta, a juicio de UP, «exagerada redimensión afecta al consumo del agua, bien escaso en nuestra ciudad; a las áreas ZEPA situadas en el monte y a la concepción inicial del proyecto». Pero la portavoz ha puesto el acento en el hecho de que un proyecto de paz «pueda estar construido con jade manchado de sangre; porque el jade con el que se construirá la estatua de Buda saldrá de aquel país».

Se ha referido la portavoz, que no ha dudado de la «buena intención de la fundación, algo que no te exime de cometer errores», a la relación de la FLG con la Asociación Nacional de Jade de Myanmar, «presidida por una mujer que nos produce serias dudas», en referencia a la empresaria Lwin Lwin.

En el dossier facilitado ayer a los grupos por parte de la fundación se incluye que la FLG «cuenta desde hace años con la colaboración de la Asociación Nacional del Jade, que aglutina a cientos de pequeñas empresas que trabajan en la extracción, manipulación y comercio del jade blanco y velan por la seguridad de todos sus asociados».

UP ha finalizado asegurando que «hay que ser extremadamente cuidadosos con las relaciones que se establecen porque están llevando el nombre de Cáceres y Extremadura a un país con el que nosotros no queremos que se nos relacione».

En esa línea también se ha expresado el portavoz del PP, Rafael Mateos, quien ha pedido tiempo para «leer toda la documentación que la fundación nos ha facilitado» y tomar una decisión con respecto a su negativa frontal o no al proyecto y su pronunciamiento respecto a la «cesión de los terrenos, que no puede ser un cheque en blanco».

«Lo que más nos preocupa es la imagen de la ciudad y que se pueda ver manchada. Es gravísimo que nos hayamos tenido que enterar por los medios de comunicación de todo lo acontecido», por lo que ha pedido “seriedad y transparencia”. 

Según Mateos, la FLG ha alegado que ya estaba constituida como fundación en 2019 (fundación hispano-nepalí) y que «es distinta a la que se constituye en Extremadura en 2021. Por lo que su viaje a Myanmar era de continuación a los que habían mantenido anterior al golpe de estado. Cotejaremos la información que nos han facilitado».

Por último, la portavoz del Grupo Ciudadanos (Cs), Raquel Preciados, ha valorado que «se haya llegado a un consenso sobre el proyecto del centro budista para evitar malentendidos» y que los criterios defendidos por la FLG han sido «bastante coherentes». 

Salaya rechaza que pueda haber especulación en los terrenos

El alcalde de Cáceres, Luis Salaya, ha rechazado la posibilidad de que pueda haber especulación urbanística en los terrenos municipales que se cederán para la construcción del templo budista (en el cerro Arropez), dado que «es suelo rústico y en ningún momento se ha planteado modificarlo a suelo urbano».

Sobre el avance del proyecto, señala que resta que la Junta de Extremadura se pronuncie sobre la zona ZEPA en el Arropez, «que es un paso fundamental. A partir de ahí, que el ayuntamiento lleve a cabo la cesión de los terrenos, que será inmediata al paso anterior» y, además, subraya que el documento de cesión «se va a negociar con todos los grupos políticos».

En este punto ha recalcado que «no hay que re calificar los terrenos porque siempre hemos mantenido esa opción, lo cual elimina cualquier posibilidad de especulación inmobiliaria, puesto que hablamos de un terreno rústico. No se recalifica el terreno ni se pierde la propiedad de la finca».

También ha reconocido que «la forma fácil de hacer esto» hubiera sido la recalificación del suelo, «porque todos los procesos son mucho más fáciles con suelo urbano y no rústico». Y ha insistido en que la FLG es una entidad sin ánimo de lucro, y el hecho de que se pueda parcelar el terreno para ofrecérselo a determinadas comunidades budistas, embajadas, etc. «entra dentro de la filosofía del proyecto; y no pueden vender lo que no es suyo».