TLta Plaza Mayor de Cáceres surge como un lugar que ha ido evolucionando en sus usos y en sus formas desde la Edad Media hasta nuestros días. Su origen, como el de gran parte de las plazas mayores, hay que buscarlo en la adecuación de grandes espacios urbanos destinados a múltiples actividades que ilustran el progreso cotidiano de las ciudades.

Desde principios del siglo XIV la actual plaza Mayor aparece como lugar dedicado a la feria y al mercado. Evoluciona en la medida que lo hace la ciudad y acaba convirtiéndose en lugar no solo de acciones comerciales. También se celebran en este lugar otras actividades como, ajusticiamientos, autos de Fe, justas y fiestas taurinas, festejos, o proclamaciones. Es el lugar donde se ubica desde el siglo XVI, por Pragmática Sanción de 1480, la casa del Corregimiento.

Ello convierte a la plaza en el lugar donde se toman las decisiones políticas de la ciudad. En sus alrededores se alzan pequeños soportales de madera que se irán convirtiendo en edificios de fábrica con el paso de los siglos. Evoluciona su nombre; plaza Pública, plaza de la Feria, plaza de la Constitución, plaza de la Villa, plaza del General Mola y finalmente Plaza Mayor.

La actual Plaza Mayor de Cáceres se origina a partir de la evolución de la ciudad y de sus gentes. Nunca gozó de unidad artística, se hizo con remiendos arquitectónicos y por los impulsos que han marcado el desarrollo demográfico y los tiempos históricos. El primer proyecto de ornamentación no se produce hasta 1842 cuando la ciudad ha conseguido la capitalidad provincial y había logrado la cifra de 8.800 habitantes. Esta plaza, de aguaduchos y bandeja, perduró durante casi un siglo, hasta 1931, cuando se inicia un nuevo proyecto de adecuación que culminara con la plaza jardín que hemos conocido hasta 1970.

Cuando se elimina el jardín, surge la plaza aparcamiento para darle más posibilidades a las incipientes visitas turísticas, para que accedan hasta la misma puerta de la ciudad monumental.

Este cuadrilongo, saturado de vehículos, se mantendrá hasta el presente siglo cuando se construye sobre el pavimento original una pequeña bandeja que entorpecía el desarrollo de actividades lúdico-festivas en una ciudad que caminaba hacia los 100.000 habitantes y asumía nuevos retos.

Hoy, la Plaza Mayor de Cáceres ha iniciado una nueva etapa, seguramente no será la última. Las viejas mercaderías se han tornado en bares y restaurantes, las aspiraciones de la ciudad pasan por tener un gran espacio para concentraciones ciudadanas y la funcionalidad se convierte en la principal valedora de este viejo espacio urbano.