La jueza no estima que su expareja tenga que ingresar en prisión provisional tras tomarle declaración y practicar pruebas

Víctima de violencia machista en Badajoz denuncia que su pareja quebranta por cuarta vez la orden de alejamiento: "Yo soy la que tiene que vivir prisionera"

María del Carmen Medina denuncia que su pareja ha vuelto a quebrantar por cuarta vez la orden de alejamiento y sigue en la calle

Ella tiene protección policial las 24 horas del día y seguirá así hasta que a su maltratador le coloquen una pulsera para tenerlo localizado

María del Carmen Medina, víctima de violencia de género.

María del Carmen Medina, víctima de violencia de género. / CELIA ROJAS

«Solo voy a estar segura cuando esté en prisión... Quizás ni así, porque puede mandar a alguien a por mí». María del Carmen Medina, una joven pacense de 26 años, tiene miedo de su expareja, a quien condenaron por maltratarla. Hace unos días hizo pública su historia, después de que un hombre se abalanzara contra ella cuando paseaba a su perro, que trató de arrebatarle, y de que el coche de su madre saliera ardiendo. María del Carmen señala a su exnovio como la persona que presuntamente ordenó ambos ataques, que ha denunciado y la Policía Nacional está investigando.

No es la única denuncia que ha interpuesto contra él. Hay otras cuatro por supuestamente quebrantar la orden de alejamiento que tiene en vigor desde el pasado 2 de abril, cuando fue juzgado y condenado por maltratarla. No se puede acercar a menos de 500 metros, pero María del Carmen asegura que vio la semana pasada a su expareja cerca de su casa, en un coche junto a otra persona, y lo volvió a denunciar. La policía lo detuvo, pasó dos noches en el calabozo y el Juzgado de Violencia de Género, donde compareció el pasado viernes, abrió diligencias previas. María Carmen solicitó su ingreso en prisión provisional o el arresto domiciliario, pero la jueza, tras practicar la prueba, desestimó esta medida cautelar en su auto. El fiscal no solicitó su ingreso en prisión preventiva. Los procedimientos sobre sus anteriores denuncias están pendientes aún de resolución judicial.

Caso de "riesgo extremo"

María del Carmen no entiende esta decisión, sobre todo, cuando su caso está considerado «de riesgo extremo» y desde ese mismo viernes tiene vigilancia policial las 24 horas del día en la puerta de su casa. «Solo salgo a fumar un cigarro a la calle y donde ellos me vean. Si tengo que ir al médico, me acompañan, pero no puedo salir a dar una vuelta con una amiga o a pasear», lamenta.

«Yo soy la que tiene que vivir prisionera en mi casa y él no. El arresto domiciliario es para mí, que soy la víctima, y no para él, que es el verdugo», denuncia.

Hasta que a su expareja que le coloquen una pulsera para estar localizado -no sabe cuándo será-, la policía seguirá en la puerta de su casa y ella ‘encerrada’.