¿Quién no soñó alguna vez con darle un mordisco a la Luna? Este fue precisamente el deseo de los animales de este cuento. Tan sólo querían probar un trocito pero, por más que se estiraban, no eran capaces de tocarla. Ésta es una historia de deseos que parecen –a primera vista- inalcanzables, como la Luna, pero que consiguen hacerse realidad gracias a la colaboración. Una ayuda mutua de la que son partícipes los más variados animales.

A medio camino entre la fábula y la leyenda, este relato le ofrece una poética moraleja que habla de generosidad, solidaridad y sueños compartidos.

Autor: José-Diego Ramírez

Titiritero solista: José- Diego Ramírez

Corrección dramática: Alberto Alfaro